Lo que se ha visto esta tarde, pone en evidencia que la Liga española, en la que hay tanto dinero en juego, nunca puede ser un tornero que gane el mejor.
La liga española, con la parcialidad, por voluntad propia, tomando decisiones injustas a conciencia, o por sus fallos por falta de pericia, o por su total parcialidad a la hora de tomar decisiones de las que cambian el resultado, no puede ser una liga justa, en la que el que resulte campeón sea el que realmente, por su juego lo haya merecido.
La liga española, si esto no se arregla, la ganará siempre, quien cuente con el beneplácito del estamento arbitral.
Esta tarde, he estado en "La Autentica", un bar en la calle Felipe II, viendo en una pantalla de proyector, como una de Cine, que se ve de puta madre, el partido Español-Barcelona, que ganó el Barcelona, y después el Celta-Sevilla, que ganó el Celta.
En los dos partidos, la decisiones arbitrales alteraron de manera determinante el resultado final.
En el partido del Barcelona, se dejó sin sancionar un claro penalti de Masquerano, en el área del Barcelona, y se pito un penalti al Español, que no fue tal, ya que fue precedido de una mano clarísima de Meynar. Lo que puedo ser una victoria del Español, o al menos una empate, se convirtió en una victoria del Barcelona.
En el partido de Vigo, el arbitro anulo un gol al Sevilla, a todas luces legal, y que debió subir al marcador, por un fuera de juego, que solo vio el linier, y pitó un penalti al Sevilla, por una "mano", que solo vio él, en la que Faccio tras un empujón del delantero céltico, mientras caía al suelo, le da al balón con el hombro y el pectoral derecho. De esta manera, lo que debió ser una victoria del Sevilla, o al menos un empate, si solo se equivoca en la anulación del gol legal del Sevilla, el se convirtió en la inmerecida victoria del Celta.
Si en el futbol no se hace como en el rugbi americano, en el que los adelantos de la técnica está al servicio del arbitraje justo, la Liga española, estará a lo que dispongan los árbitros que son como digo en el Título de este tema Los putos amos de la Competición.