Ayer cuándo terminó, de la poca ilusión qué transmite nuestro equipo, lo qué nunca me había pasado, era no tener sensaciones buenas ni malas.
Empezando por el banquillo, qué no fue capaz de alterar que el partido se moviera, los jugadores conforme se acercaba el final, se veía que se podía mascar la tragedia, esta llegó a falta de 3 minutos en un tiro desde fuera del área sin mucho peligro y Bono se la traga, menos mal que apareció la suerte del VAR en esta ocasión y nos permite seguir en Europa.
Conclusión: el Sevilla no puede jugar en casa con la lentitud qué lo hace, no puede jugar de delantero receptivo de balones de gol, Luuk De Jong, es lento y poco resolutivo, a parte de la cantidad de veces que hizo la estatua SIN INTENCIÓN DE IR A BUSCAR EL BALÓN.