En mi opinión, la temporada que el sábado acaba se asemeja a las tres primeras estrofas del tango ''Cuesta Abajo''...
-Si arrastré por esta Liga
-La vergüenza de haber podido
-Y el dolor de no poder... Que, además, queda resumida en el partido de anoche... transcurrirán muchos años hasta que volvamos a encontrarnos a un Roba Mandril tan ramplón y vulnerable como el de ayer y que puso el buyarengue a nuestra disposición... así como también puede que pasen muchos lustros para que los dos rateros y su principal mamporrero coincidan en hacer una temporada tan atrabiliaria como irregular.
El
Roba Mandril, salvo partidos puntuales, ha ganado muchos partidos por inercia, -el de ayer fue uno de ellos-, o por esas inefables ayudas de los sicarios del pito que, también por inercia*, llevan en los genes la sabiduría de no perjudicar a quienes, a la postre, pueden quitarles tan apetecible mamandurria. Por lo que podríamos decir que los del Cuernabéu ganan ligas por designio divino no exento de manipulaciones perpetradas por el Waticoño que interpreta y aplica la letra de la biblia furbolera.
El
Farça se deja llevar a veces por el fatalismo del que sabe que, a la mínima pifia, el dios blanco del fúrbol les condenará a ser segundones... perdieron la liga en La Rosaleda en una cagada tan monumental como icomprensible... !que se jodan!.
El tercero en discordia, el
Palético Mandrileñí, no es más que un comparsa que recoge de vez en cuando alguna migaja que les cae de la mesa del banquete al que nuca estarán invitados. Eso sí; el Waticoño furbolero les concede año tras año una bula especial para saltarse la ortodoxia furbolera y jugar dando leña como si no hubiese un mañana.
El grupo que observa a estos tres desde lejos, -entre los que se encuentra el Sevilla FC-, poco o nada pueden hacer para subvertir la realidad, por lo que se conforman con poner la música para que los dos rateros bailen y el raterillo consentido les haga de mamporrero.
* Los árbitros pertenecen a una sub-especie del
homo sapiens llamada
homo furbolensis que, como el orden los primates de la que ambos proceden, ''saben'' cómo tienen que pitar si no quieren dejar de pertenecer a tan exclusiva e influenciable especie... si los primates saben cómo seguir vivos sin más complicaciones, los sapiens saben que su final es la muerte... y los furbolensis saben vivir sin complicarse la vida, -una vida, la arbitral tan corta como fructífera-, ni perjudicar a quienes les proporcionan el pienso.