Partido muy solvente a pesar del presumible bajón físico, aunque una vez más se demuestra que el fútbol es un estado de ánimo... no exento de cierta técnica y dotes que en este caso el Sevilla atesora de forma más marcada que evidentemente el Osasuna.
El subidón de la remontada uefera permitió jugar con serenidad y optimismo y los goles no tardaron en ir llegando, aún con suspense (tiro al larguero inverosímil de Jairo totalmente sólo) y aún siendo un marcador exiguo (puesto que hubo muchas ocasiones para hacer más).
Me gusta que haya jugadores que con sus virtudes y sus defectos se vayan
sumando al proyecto rubricando actuaciones más aseadas o incluso buenas, como son los casos de Pareja y Jairo. Incluso Trochowski, que el hombre se entiende no está para muchos trotes, realizó un buen papel y fue decisivo en la jugada del 0-1 arrastrando a la defensa del conjunto local.
Podremos hacerlo mejor o peor, no sé, pero de momento tenemos bonitos retos para el final de esta temporada.