CICLOTIMIA
Volvía ayer del partido, de noche, escuchando Sevilla Fútbol Club Radio. En general, es normal que en una radio oficial de un club cualquiera, el discurso sea, eso, oficialista. Escuchaba a los de siempre, los que comentan los partidos y después hacen el post, defendiendo a capa y espada el proyecto, la solidez, lo buenos que eran los nuestros y cómo este equipo iba a cerrar bocas, que si Champions, que si a dos puntitos del Espanyol, que si tenemos que jugar aquí o allí,..... Hablaban de la bonanza de un equipo campeón, de 6 títulos, de una secretaría técnica acertadísima con los fichajes de Medel y Rakitic, con un Fazio espectacular y un entrenador que encontraba el 11 tipo y que daba la talla...... también malinterpretaban las palabras de Preciado (que no es profesional de mi gusto, vaya por delante), que había dicho que el Sevilla Fútbol Club era un Club más afín al Oviedo que al Sporting, pero ellos mantenían que había dicho que los Sevillistas eran también del Oviedo, y se preocupaban de negar con vehemencia que el Sevillista era sólo eso, Sevillista. Cada uno entiende lo que quiere.
Hoy me desayuno con otro de los adalides del Sevillismo, que ni come ni bebe de esto, según él mismo repite, pero que ahí está, bien metido en el Club y defendiendo a capa y espada un discurso aún más oficialista si cabe que el que manda cuando ejerce sus responsabilidades en los medios oficiales. Él sabe perfectamente, como lo sabemos todos, que su blog es referencia. Podrá gustar más o menos, podrá levantar más o menos ampollas, pero lo lee mucha gente y crea controversia. Yo, personalmente, no comulgo con la mayoría de sus puntos de vista, pero sí me causa especial escozor (lo digo abiertamente) cuando hace una defensa a ultranza parcial y chauvinista porque se está haciendo un trabajo que, por el contrario, debería ser norma, y no excepción. Monchi lo hizo bien, después lo ha hecho rematadamente mal, y ahora, parece que ha podido volver a la senda. Todavía no sabemos si Medel y Rakitic son tan buenos como parecen. Lo digo porque tú, yo y los que ahora defienden a estas nuevas incorporaciones y a quien los trajo, vimos con ilusión los primeros partidos de Koné, Acosta, Chevantón, Navarro, Zokora, Cigarini, Dabo, etc.... y después vimos los petardazos descomunales que vinieron después. También hemos leído que Romaric era la reencarnación negra de Xavi, por un partido con el Atlético de Madrid y ahora vuelve a estar pasado de peso, ejemplos de euforia y posterior depresión como estos, a cientos en los últimos años en nuestro Club.
Vivimos un Sevillismo ciclotímico, un Sevillismo de frío y calor extremos, alimentado por dos partes encontradas: los que defienden visceralmente todo lo que huela a rojiblanco, sin hacer crítica (ni constructiva ni destructiva) y los que dan palos a todo lo que se mueva y huela al proyecto que se comenzó hace más de diez años.
Tan mala es una parte como la otra. Mala es la primera, porque sin autocrítica no hay progreso. Mantengo lo que vengo repitiendo una y otra vez: el Sevilla Fútbol Club y toda su directiva viven instalados en la autocomplacencia, en el exceso de confianza que han dado unos títulos que no se esperaban pero que llegaron, consolidando un proyecto que fue, pero que ya no es.
Mala es la segunda, porque si bien cierto espíritu crítico es necesario, sacar la guadaña y señalar con el dedo acusador a todo lo que no sea como lo que nos llevó a la gloria, es algo que destruye las cosas que se están haciendo bien.
Me niego a esta bipolaridad. Me niego a cambiar el discurso o a ver las cosas como no son. Manzano es hoy tan mal entrenador para el Sevilla Fútbol Club como lo era ayer. El equipo no jugó a nada hasta que al Sporting (uno de los peores equipos que han pasado por el Ramón Sánchez Pizjuán) le pitan un penalty en contra y le expulsan a un futbolista (injustamente a mi parecer, pero eso es harina de otro costal). Manzano, como siempre, no hizo ningún cambio a tiempo, no convocó a gente que demanda minutos (como Rodri, que se acabó quedando en la grada) y sigue estando igual de ciego para la cantera y todo lo que huela a Ramón Tejada.
Es cierto que los nuevos le dan un nuevo empaque al centro del campo, pero quiero verlos más partidos. Elevar a los altares a Medel y Rakitic es tan temerario como cuando bajamos a los infiernos a Daniel Alves porque no sabía defender o a Kanouté porque era muy viejo. Si salen bien será un acierto de Monchi y si salen mal, será un nuevo fallo más que veremos si tiene o no consecuencias.
Ayer ganamos a un equipo muy malo, con un futbolista menos y con varios titulares fuera del equipo. No hay más. Para un equipo que, tal y como se nos dijo, tenía que luchar por Champions y estaba llamado a disputarle cosas a los grandes, esto debería ser lo habitual, no lo excepcional, porque si lo convertimos en una celebración, si ganarle al Sporting en estas condiciones se convierte en una reivindicación de la Secretaría Técnica, el Consejo de Administración y los palmeros de turno, entonces sí que habremos vuelto a la más absoluta mediocridad.
Visitantes: 843
Oculto(s): 0
Usuarios: 1
Usuarios en Línea:
April Fools
