La afición sevillista apercibe a sus cornudos miembros de que el tamaño de sus astas puede seguir creciendo hasta los tres mil metros.
Y los invita para que aperciban de cierre al Cuernabéu, al campo nuevo, al vertedero del Manzanares y al estercolero del bocho.
Hasta la coronilla de los cretinos y mentecatos estos.