Buenos y [supongo que] gélidos días, krasnodarianos-ruso-europedos...
Volvéis a recibir la visita del clú de los yonkis y los gitanos, esta vez reforzado con una extraña mezcla de culturas tan dispares como podrían ser la euskalduna, la neerlandesa y la magrebí... les irán acompañando cuatro jovenzuelos de mirada brillante que tienen la ilusión de vestir de corto en vuestro estadio... tratadlos bien a todos; muy especialmente a esos cuatro chaveas que son sangre de nuestra sangre, carne de nuestra carne y que, además jugan al fúrbol como si lo hubiesen inventado.
Curiosamente, nuestras dos ciudades tienen varias similitudes... a ambas las atraviesa un gran río y están situadas a pocos kilómetros de dos mares... el Negro y de Azov en vuestros caso y el Mediterráneo y Atlántico en el nuestro...
En fúrbol, ¡ay!, nuestra suerte es muy dispar... nosotros somos hepta, ---casi octo, si vuestro verdugo magrebí del hasta ahora último partido entre nosotros, no hubiese marrado un gol cantao ante Manuel Neuer---, campeones de Europa, en tanto que ustedes [creo que] aún tienen por estrenar su vitrina de trofeos... tal vez algo tenga que ver el color verde-vómito-bilioso de vuestra primera equipación mientras que la nuestra es blanca impoluta con detalles en rojo carmesí encendío... ahí lo dejo por si acaso quieren ustedes cambiar de colores y de trayectoria furbolística.
En fin; que hoy es nuestro 4º enfrentamiento... y, como mucho, ustedes aspiran a empatar a dos victorias ya que a goles va a ser bastante difícil, pues el marcador está 7-4 a nuestro favor... dentro de poco más de nueve horas sabremos como queda tras nuestro partido de fúrbol... si se le puede llamar fúrbol a un partido que se va a disputar con un frío como pa destetar buitres.😎