Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que el Sevilla fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué campo escondido,
casta, vienes hasta mí,
manantial de nuevo coraje
de donde siempre bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que mi Sevilla jugaba
otra vez a campeón.
y las animadas gradas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas
una blanca y roja piel.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un gran himno oía
dentro de mi corazón.
Era grande porque daba
colores de rojo hogar,
y era himno porque resonaba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que Mibetin volvía
a segunda división.
Anoche cuando dormía,
desperté de repente,
y asustado, vi a Del Nido
otra vez presidente.