La Vida al REVES // SEVER la adiv aL

[Infantedemarina]

Lo escribí hace unos años, como un divertimento haciendo el recorrido de una vida en sentido inverso, pensando sobre como seria nuestra vida si empezará por el final.

Siempre hemos especulado con la ilusión de lo bueno que seria tener en la vejez lo bueno de la juventud: la fuerza, la ilusión, el ímpetu, la valentía, unidas a lo bueno de la vejez:  la experiencia, el conocimiento, los logros,  e incluso en algunas ocasione el desahogo económico que aporta el trabajo de toda una vida.

Y pensando sobre esto, me di cuenta que todo está como esta, por que es lo mejor para la vida.

LA VIDA AL REVES es un tremendo disparate que solo se da en el pensamiento de un pirado como yo.  Menos mal.

Este es el relato:

LE ODNUM LA  SEVER
(EL MUNDO AL REVES)

En el mundo al revés, resulta que uno viene al mundo metido en una caja de pino, cerrada, obscura, con olor a naftalina, y antes que te des cuenta  te han metido en una nevera. Supongo que será para reponerte un poco del calor del horno incinerador del (Paritorio), perdón,  quise decir del Cementerio.

Cuando llevas 24 horas enfriándote, te sacan y te llevan al Hospital donde unos cuantos médicos y enfermeras no dejan de hacerte perrerías. Total para dejarte hecho un cromo. Así pasas unas cuantas semanas hasta que te puedes  marchar a tu casa, donde por cierto lo pasas mal.
Apenas puedes respirar, no paras de toser, y tiene tremendos dolores en la espalda y el pulmón izquierdo.

Pasas una vejez fatal, y sin nada que hacer, más que sufrir, sin saber qué hacer, y sin ganas de hacer nada.

Tienes dinero, tienes tiempo, pero no tienes ganas de hacer nada en que gastarlo. Te sientes desgraciado, empieza tu vida sin fuerzas, sin ánimos, con muchos dolores por todo el cuerpo, pero sobre todo en los huesos, como te duelen los huesos en la vejez, y las piernas, que no sabes dónde ponerlas para que no te pesen como si fueran dos sacos de cemento.

Sigues decreciendo, hasta que vas a un médico que te diagnostica un cáncer de pulmón . Esto no será grave, que va en unos cuantos meses estará Usted como nuevo, me dice, Pero eso sí, no deje usted de fumar dos o tres paquetes de tabaco, que esto hay que merecerlo.

Sin saber cómo, empiezas a mejorar, poco a poco te desaparecen los dolores del pulmón, y aunque estas tosiendo mucho, como siempre, por lo menos ya no te duele.

Los huesos, las articulaciones de las manos y sobre todo de las rodillas, sí que te duelen pero es verdad que cada vez, menos. Cada día que vas haciendo más y más joven. Vas sintiéndote mejor, y lo que es mejor, sigues teniendo el mismo dinero.

Te van entrando ganas de hacer cosas, y de hecho haces algunas cosas, pocas porque no tienes costumbre, pero las haces, hasta que te decides disfrutar de la vida.

Eres mayor, un pre-trabajador, a punto de esralibuj, (jubilarse al revés), y por fin te has decidido a hacer cosas agradables.

Mañana mismo voy a cumplir con la ilusión de mi vida: Voy a dar la vuelta al mundo. Lo programas y ya está todo decidido. Pero cuando vas a emprender el viaje, te llega la penosa  noticia:

De tu empresa te mandan una carta anunciándote que desde  mañana, el día que descumples tus últimos 65 años de vida, el de tu jubilación, ha llegado y tienes que empezar a trabajar.

Tu al principio de esta nueva etapa, estas contento porque empiezas ganado un pastón. Mas sueldo que nadie, más incluso que los que llevan treinta y cinco años en la empresa que ganan el sueldo base, mientras que tú, que acabas de empezar, cobras mucho más sueldo, te dan trienios, quinquenios, y más días de permisos al año que nadie. Un chollo.

Has empezado, al revés tu vida laboral , y te sientes derrotado, sin fuerzas, sin ganas de trabajar. Menos mal que poco a poco, a medida que pasan los años, te sientes mejor, aguantas mejor las largas jornadas de trabajo. Pero no sé por qué, te pagan cada vez menos.

Cada vez tienes más necesidades. Tienes que pagar  la segunda vivienda. Los niños están en la Universidad, quieren una moto, y si no quiere que te cojan tu coche nuevo, tienes que comprarles uno de segunda mano.

En fin cada vez más gastos, y a ti cada vez te pagan menos. No tienes más remedio que pluriemplearte. Si no lo haces no puedes  pagar  tu primera vivienda.

Y tu cada vez te sientes mejor. con mas ganas de vivir, con mas ganas de todo. te sientes mas joven cada vez, pero con trampas para cazar leones.

Hasta que te encuentras tan bien y tan joven que te echan del trabajo . Te mandan a estudiar a la Universidad. No tienes un duro pero te da igual.

No ganas dinero, pero eres feliz, ligando, haciendo guateques, pensando en el veraneo, en los bailes, en hacer lo que te pide el cuerpo y las hormonas, que es bastante, y lo bueno es que no sé qué pasa, que hay ganas y fuerzas para todo.

Hasta que llega un día que te echan de la Universidad.

Tu eres mucho más joven, y sin saber porque empiezas a perder peso  y altura, y te mandan al Instituto, se te cae el pelo de la barba, del bigote, se te llena la cara de barrillos. En fin, ya sabes, estas en el proceso involutivo que llaman de la pubertad o adolescencia. 

Estas cambiando, la voz se te aflauta, y ya no te quieren en el Instituto. En pocos años, sigues menguando física y mentalmente, y entras de lleno en el periodo de inmadurez de la infancia, y lo peor, es que el pene, aunque se te pone mas duro que nunca, se ha contraído hasta el extremo que para mear lo tienes que coger con dos dedos. Y asá hasta que te echan  a la Escuela.

Sigues perdiendo peso y altura, y por si fuera poco te tienes que vestir con pantalones cortos, con los pelos que tienes en las patas. Menos mal que se te cae pronto. Te das cuenta  que cada vez sabes menos cosas. Por que en los últimos 20 años se han preocupado primero en la Universidad, después en el Instituto, y ahora en la Escuela, de borrar de tu mente todo lo que sabes.

En esta edad infantil,  solo te gusta jugar a correr, al coger, y sobre todo jugar a los médicos y enfermeras con una vecinita muy mona que también le gusta jugar a los médicos, pero solo a jugar.

Sigues perdiendo peso y tallas, y sin darte cuenta te han conseguido borrar hasta el habla. Ya solo sabes llorar y sonreír. No controlas los esfínteres, y te cagas y te meas encima.  Un desastre.

Solo sabes,… pedir las cosas llorando, sin saber pedir lo que realmente  quieres, lo que te molesta,  y sonreír cuando estás a gusto.

Cuando tienes hambre y tu madre acierta a darte el pecho, del que sacas un líquido calentito, dulce y muy agradable, que te calma el dolor de tripa, por el hambre, te tranquiliza y te hace feliz.

Es una etapa, en la que el dolor de tripa, el culo cagado y meado,   y el placer de que te den teta, se mezclan, se alternan, y se suceden una y otra vez.

De vez en cuando me bañan en agua templada. Es agradable y me gusta jugar con el agua, pero a veces me entra algo en los ojos que me escuece, y lloro. Después me dan tetita y me duermo.

Así estoy, hasta que un buen día, todo se acaba, Alguien que no conozco, que es la primera y única vez que veo, me coge por los tobillos, y colgando boca abajo, me dan dos o tres azotes en el culete, hasta que dejo de llorar, y me empujan por un canal estrecho y sinuoso, el canal del parto, y a la fuerza, me hace recan, (nacer al revés).

Por fin desaparezco de este mundo, y durante nueve meses estoy en un sitio angosto, pero acogedor, caliente y tranquilo,  donde no me falta de nada hasta que a fuerza de decrecer, desaparezco.

Y eso si antes no me hacen salir de allí troceado con espanto y dolor,  y aspirado por un tubo conectado con una máquina que me succiona, hasta hacerme desaparecer tirado en el cubo de los residuos clínicos. [/b][/i]

Escrito el día 5 de Diciembre de 2009, y recuperado de donde dormía, el disco duro de un ordenador caducado, el día 13 de Enero de 2014