TENEMOS UN CONSEJO "SUPRAVALORADO"

[MASTERMIND MORTAJER]

No por el propio consejo, no. En absoluto. En el consejo pasan cosas como que a uno se le ocurre presentar la renuncia. Ojo, la renuncia, no la dimisión. Si uno dimite, los demás automáticamente se quitan los cinturones, lo atan al sillón presidencial y lo fustigan hasta el último halo de su vida. Ante esa tesitura, los más osados renuncian.

¿Qué es renunciar?

- Presidente: tengo aquí sobre la mesa la renuncia de Monchi a su puesto de consejero.
- El resto: ¡¡¡Insensato, desgraciado, quién coño te crees que eres!!! ¡¡buuuuhhhhhh
- Monchi: esto... yo... yo...
- Presidente: ¿Tú qué? ¿Pero tú quién coño te crees que eres como para renunciar? ¿A ti quién te ha dicho que renuncies?
- Monchi: yo... esto... esto...
- El resto: ¡¡¡catea, catea!!!
- Presidente: aquí impera la democracia, formad pasillo
- Monchi (balbucea): yo no quería renunciar
- Presidente: pero has renunciado y nos has obligado a tomar la decisión de que no renuncias y este sobre esfuerzo lo vas a pagar caro.
- Monchi: perdón, presi, perdón.
- Presidente: aquí el único que pide perdón y a la afición soy yo por vuestras equivocaciones. Una vez al año todos los años que haga falta.
- El resto: ¡¡¡eso, eso!!!
- Presidente: la afición nos tiene infravalorados, hemos traído seis títulos y no tenemos ni busto ni ná, de serigrafías no pasamos.
- Vizcaíno (reparte carteles al resto)
- El resto (sacando carteles de "somos humildes"): ¡¡Monchi, aprende!! ¡Eso es amar a unos colores! ¡A ver si aprendes a renunciar "a renunciar"!
- Presidente: bueno, procedamos a la catea y al siguiente asunto.
- El resto: ¡¡¡Catea, catea!!!
- Monchi (con la cuella del coló del sol cuando se va por el mar de la Isla): ojú, la próxima vez que renuncie otro.
- Presidente: pasamos al siguiente asunto.
- El resto: ¿Cuál, cuál? ¡Tenemos prisa!
- Presidente: el siguiente asunto es que Monchi ha puesto sobre la mesa su dimisión como subdirector deportivo.
- Monchi: esto... yo... yo...
- El resto (indignados): ¡No aprendes, carajaula! ¡Patillero! ¡Catea gorda!
- Monchi: Yo... esto... esto Siento haber presentado mi dimisión pero lo prometí
- Presidente: ¿Pero a ti quién te ha dado permiso para prometar ná ni ná?
- El resto: ¡¡¡Eso, quién!!!
- Monchi: esto... yo pensé que...
- El resto: ¿Pero tú quién eres pa de pensá ni ná?
- Presidente: ya escuchas, Monchi, de dimitir nada. Esa palabra como no entra en mi vocabulario ¿Cómo va a entrar en el tuyo, me quieres decir?
- Monchi: esto yo...
El resto: ¡¡Aquí no dimite nada!! ¡¡Somos perfectos!! ¡¡La culpa es de los entrenadores que ya hemos tenido que poner a 6 en tres años!! ¡¡Y de los jugadores, que no rinden!!!
- Uno: ¡¡Y de quiénes traen a los jugadores!!
- Presidente: ¿Quién ha dicho eso? ¡Qué salga!
- El resto (caras de muertos más callaos que en misa de difuntos): no se mueve un vará
- Presidente: quien haya dicho eso que dé un paso al frente
- El resto: todos un paso atrás, y por si las dudas, otro.
- Presidente: eso ha estado mejor. Nosotros lo hacemos bien, somos responsables de los fracasos de que los entrenadores no sean buenos y los jugadores no rindan. Se pide perdón y yastá. Es inmejorable lo que hemos hecho, nadie podría haberlo hecho mejor.
- Todos: ¡Nadie!
- Presidente: ¿Alguien más quiere renunciar?
- Todos: ¡Nooooooooooo!
- Presidente: ¿Alguien más quiere dimitir?
- Todos: ¡Nooooooooooo!
- Presidente: ¿Algo más?
- Todos: ¡¡Presidente, presidente, presidente!!

La rueda de prensa posterior está clara.

- Presidente: en mi vocabulario no entra la palabra dimitir, antes de que la pronuncie, todos los accionistas del consejo me piden que me quede.
- Un periodista: ¿Y Monchi dimitió?
- Presidente: no dimitió, presentó su renuncia pero no se la aceptamos, tuvo que aceptarlo y seguir.

¡¡Tos por iguá, valientes, a éhta é!!

Habrá, porque es más que posible que los haya, empleados del Sevilla de los niveles jerárquicamente más bajos, que pierdan sus puestos de trabajo. Es una tistre notica. La estructura jerárquica (no he dicho organizativa) del club en sus niveles más altos seguirá tal cual y tal y como ha anunciado el presidente, sin una rebaja ni merma en sus haberes salariales. Los jugadores, que son quienes no rinden (lo cual no deja de ser una verdad como un templo) se verán impelidos a bajar sus salarios si el Sevilla logra tener (que está por ver) la suficiente fuerza como para que lo hagan (ojalá).

Tenemos infravalorado a este consejo, hay que "supravalorarlo" más, una miajita, por favor.