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#Alavés vs. S.F.C.
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Se me saltan las lágrimas y se me ponen los vellos de punta al recordar todo lo vivido y sentido durante aquellos días en nuestra madre patria futbolística. Qué fantástico resultó todo. Qué grandes éramos, coño.
Y seguimos siendo grandes.Nuestra grandeza no depende de esos 6 títulos. Ahí está la historia.Nadie nos ha regalado nada.A pesar de hipotecar casi media vida en la construcción de un estadio,a pesar de los sijoputas, siempre sale el Sevilla adelante.Y volverá a salir.
Vayan dejando sus recuerdos, compañeros.Polémica con los viajes, con las entradas... "Sevillistas de finales", etc, y más movidas varias. Aquí creo que fue donde se empezó a crear la brecha entre el sevillismo de base y los próceres instalados en su burbuja, cada día más y más grande.Lo que somos y lo que fuimos, maremia... Lo dicho, si os place, echar la vista atrás y comentar vivencias de nuestra segunda final consecutiva de UEFA Europa League.
Que os gusta a algunos esa coletilla de "lo que somos y lo que fuimos"...¿Y que éramos antes del 2006 que llevábamos 50 años sin catar un título?Todos sabíamos (al menos yo lo tenia claro) que eso no duraría eternamente lo que sería recomendable es que no tengamos que esperar otros 50 años para vivir nuevo éxitos del club.Mientras disfrutemos y sintámonos afortunados de poder haber sido participes de esos años gloriosos.De ese día pues me quedo con esa tanda de penaltis que viví junto a Triana y las lagrimas y risas que nos echamos después de tanto sufrimiento.
La de Eindhoven la viví en el auditorio, pero ésta la viví en la peña que fundaron los componentes del foro y antes de que parara Palop el último penalti ya lo estábamos celebrando, ya que había una chavala escuchándolo por la radio y llegaba la señal antes que a la televisión
Hablamos ahora del descontento del sevillismo, la decadencia del equipo y la horrible gestión de los dirigentes. Todo verdades como puños. Pero aquel día, cuando aún estábamos en lo más alto, apenas media hora antes del partido la grada de la afición sevillista estaba medio vacía, mientras la del Español estaba abarrotada de gente que arropaba a su equipo con cánticos. Y sólo había pasado un año de Eindhoven, qué diferencia de aquello. Un poco de autocrítica tampoco sobra.Aquella anécdota me dio que pensar. Por lo demás, todo fue estupendo. Y mira que jugamos mal ese día, pero aquel equipo parecía indestructible.