Poco que decir que no se haya dicho ya. El mejor partido de la temporada. Parecido al 0-3 en Getafe que empezaba un último tercio de temporada que ha resultado increíble. Obviamente, con mayor resonancia que aquél.
Impecables todos: el Presidente extendiendo los contratos (cómo se notó la baja de Smalling en el contrario), Monchi tomándose la revancha (la sonrisa qué tendría detrás de la máscara nunca la sabremos), el entrenador poniendo el equipo a punto a pesar de todas las adversidades, los 14 que jugaron e incluso Sergi Gómez que parecía un biri.
Pero lo que más me gustó es el aspecto fisico del equipo. Cera por todos lados, pero bien dada. Sin codazos ni zancadillas a destiempo como Kolarov, Zaniolo o Mancini, pero chocando como muros. No hay un sólo jugador que vaya a la mentira, exceptuando a Suso que chirría horrores.
Zaniolo, Dzeko, Mkitarian, Ibáñez estaban ya a punto de salir llorando del campo y lo confirmó Dzeko en el postpartido: "nos han devorado".