Tenía pendiente desde hace un tiempo la plasmación de una serie de reflexiones acerca del pensamiento y la filosofía bética sobre el dueño del club de la Palmera.
Leo y oigo con sorpresa que sobre Manuel Ruiz de Lopera y Avalos recae el calificativo de sevillista.
Y entiendo que quienes lo formulan deberían de hacérselo mirar, porque si en la historia del Betis hay quienes merecen el calificativo de béticos (muchos), uno de ellos, sin duda de ningún tipo, es Manuel Ruiz de Lopera.
Y Ávalos.
Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos encarna en cada uno de los poros de su piel y en cada una de sus neuronas un mucho del estilo Betis conocido y por venir por más que AHORA algunos pretendan renegar de él.
Con ello, no elimino la posibilidad de que existan a la sombra del mencionado otros "estilo Betis", pues conozco a quienes así lo viven, lo observo desde el respeto y digamos que desde cierta cercanía.
Ello no obsta para que hace tiempo (en el antiguo foro mantenido) alertara de la actual reescritura de la historia más reciente del Betis desde 1992 que encierra en sí misma paradigmas históricos que reflejan con absoluta fidelidad comportamientos colectivos ya conocidos de la masa bética.
Sin más rodeos: la necesidad de un "salvador". Cuando el ultra bético Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos aterriza formalmente en junio de 1992 en un Betis que ya dominaba o del cual manejaba con cierta habilidad sus entresijos desde hacía muchos años, no desde su mera pertenencia a la última junta directiva de Galera pues ya llevaba no menos de 15 años "premiando" a distintos integrantes del Betis, lo hace desde una categoría muy bien conocida por los béticos de toda la vida: es el nuevo salvador, el nuevo mesías, el que cada dos por tres suplicaba bien colectivamente la generalidad de la afición del Betis, o bien los cuadros directivos que regían ese club.
Los ejemplos a lo largo de su historia no son ni mucho menos excepciones, pues si se dice que manzana no hace un cesto, sí lo hacen ciento, en este caso muchos. Sorprendería por su extensión un listado de las personas y personalidades que a lo largo del tiempo y de las catástrofes padecidas por el Betis en su historia por mor de la negligente gestión de sus propios directivos, encarnaron sucesivamente el papel de "mecenas", "mesías", "salvador" o como quiera llamarse a quien les sacaba las castañas del fuego.
Y Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos no fue sino uno más, y como tal fue aclamado por la masa.
Quienes en 1992, en 1995, en 1998, en 2001, en 2002, en 2005 y en 2007 le vitoreaban y homenajeaban denuncian ahora haberlo hecho engañados, pese al enorme cúmulo de pruebas que desde el mismísimo 30 de junio de 1992 comenzó a levantarse acerca de su particular manera de gestionar "sus" negocios. Quien suscribe, públicamente y a partir del otoño de 2004 informó puntualmente de numerosísimas y curiosas siempre gestiones de donmanué mientras sus creaturitas lo ensalzaban sin parar.
De él tuve "indirectamente" directas noticias a raíz de un juicio acaecido en 1999 a través de determinados y significados miembros de su consejo de Administración así como directísimas noticias por medio de alguno de sus estrambóticos mandados como Antoñito Roales como cabeza de turco (el notas once años después sigue igual, es la Tamara del "no cambie" del beticismo) de otros que sí eran significados béticos que hoy militan en las filas de la oposición tales como los señores Begines, Picchi y demás.
Pero el caso, y no quiero distraerme con jugosas historias paralelas que pueden ser objetivo de otros risorios hilos, es que Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos es un hijo del Betis más clásico y rancio por más que ahora pretendan abominar de él, es hijo del Betis anti-sevillista, de ese Betis cuya única razón de ser era el profundo odio al Sevilla fruto de un ancestral e irreprimible complejo de inferioridad vestido de presuntas agresiones del mundo exterior en el que los buenos habitantes béticos de su realidad virtual eran zaheridos por fascistas sevillistas aliados y coaligados con los elementos, las guerras, los otros equipos, otros países, sucesos civiles, catástrofes naturales, etc con el fin de perturbar la apacible existencia de los aficionados de un equipo nacido poco menos que para ganar la Liga y la Copa un año sí y otro también de no haber mediado nuestra agresión.
Eso se enseña a los béticos desde 1915 cuando nace su club y hasta hoy en día, una profunda aversión y odio inscrita en el beticismo más ancestral, en el de "nos demolieron el campo, nos mandaron cautivos a los campos de concentración, nos persiguieron, nos fusilaron, nos quemaron la sede, nos quitaron los tranvías" y un largo etcétera con el que los abuelos, los padres y los tíos de los Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos y Manuel Carmona de turno han martilleado los oídos de sus pequeñas criaturas.
Evidentemente, hay numerosas excepciones, honradas excepciones que no sirven para hacer mayoría ni menos para hacer ruido que cuestione el inteligente pensamiento betico imperante en la época de Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos que no hace sino continuar otras y abrir paso a otras como la que postula cierto revisionismo, empeñado ahora en atribuir prodigiosas cualidades políticas y heroicas a unos aficionados que -por lo visto- se levantaron en masa contra Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos en junio de 1992 y 18 años después siguen porfiando contra él.
Los revisionistas ahora pretenden imputar la condición de "sevillista" a Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos, para que las nuevas generaciones de béticos, afortunadamente diezmadas en su número merced a los progresos de la educación en los colegios y a planes especiales practicados en ellos con tal finalidad, sigan viendo en el Sevilla a su satán particular.
Si hace 50 años eran los fascistas sevillistas quienes hurtaban a los felices y democráticos béticos aficionados a un club que nada tuvo que ver jamás con la aristocracia ni el mundo de la milicia -y menos que nunca en su propia fundación o en la superación de las dificultades de la postguerra- la posibilidad de ser enormemente grandes en lo deportivo y en lo social porque nuestros padres y abuelos poco menos que amenazaban con fusilar a quienes se hicieran socios del Betis y por eso no pasaban de 1.000 o 2.000 y además les quitaban el tranvía para ir a Heliópolis con el hambre que había en la época por lo que los desfallecidos y mal nutridos béticos desistían de ir para no consumir energías vitales... ahora venden la especie de que la opresión en la que viven por parte de aquel a quien ensalzaron hasta un tiempo del que perduran aún los ecos por la Plaza Nueva es obra del sevillismo, y les falta (supongo que por poco tiempo) aducir que el fascismo sevillismo imperante en las instituciones y administraciones maniobró para que el metro no pasara por Heliópolis sino hasta un siglo después de que lo hiciera en Nervión.
Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos representa lo más clásico que puede ofrecer la afición del Betis, la mayoría de la afición del Betis, en su manera de comprender la rivalidad, de azuzarla, de explicarla y de proceder para mantener su territorio y rebaño, encarna a la perfección todas las virtudes que han hecho del Betis el club perseguido tal y como proclama quejicosamente a lo largo de la historia pasada y cuyos herederos retoman hoy en día para llorar como mujeres en los foros lo que no han sabido ni querido defender como hombres cuando ha hecho falta.
Ni Sevilla ni el Sevilla tienen nada que ver con la indolencia y el fracaso de unos apocados individuos ciclotímicos que se refugian en internet para llorar desconsoladamente el fruto de su impotencia y que buscan en los rincones virtuales las covachas para dárselas de valientes revolucionarios delante de un teclado aporreando las letras para decir cómo tendrían que hacer para echar a un Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos de quien sorbían el glande hace dos telediarios.
Esa tribu de desconsolados llorones educa a la nueva generación de béticos, a la generación nini.
- Ni han visto al Betis por encima del Sevilla
- Ni han visto un título (del Betis, porque si hablamos del Sevilla...)
- Ni han visto una final del Betis (si tuviéramos que hablar del Sevilla...)
- Ni han visto al Betis ganarle dos partidos seguidos al Sevilla
- Ni han visto al Betis eliminar al Sevilla de la Copa
- Ni han visto un movimiento de su afición superior a las 500 desplazados incluyendo a las cabras.
- Ni han visto a sus mayores responder a los sevillistas sobre cuestiones suscitadas por ellos mismos.
- Ni han podido comprobar cómo los sevillistas no callamos cuando las cosas vienen mal porque no lo han visto.
- Ni han podido comprobar cómo sus mayores son muy valientes sólo si el viento sopla de cara porque no saben qué es el viento.
- Ni han visto un power point intentando cachondearse del Sevilla
- Ni han visto al Betis pasar del puesto 14
- Ni han visto un ascenso del Betis
- Ni han visto a Europa muda por el Betis
- Ni han visto al Betis declarado como mejor club del mundo durante un año
- Ni han visto al Betis declarado como mejor club del mundo durante dos años.
- Ni han visto al Betis ganando un título europeo.
- Ni han visto al Betis ganar dos títulos europeos.
- Ni han visto al Betis ganar tres títulos europeos.
- Ni han visto al Betis ganar tres títulos en un año.
- Ni han visto al Betis ganar títulos durante tres temporadas consecutivas.
- Ni han visto al Betis disputar siete o quizás ocho finales en cuatro años.
- Ni han visto al Betis invitado a jugar torneos en los principales estadios europeos.
- Ni han visto al Betis goleando y humillando en finales al Madrid o al Barsa.
- Ni han visto al Betis jugar un partido europeo (no digamos 58)
- Ni han visto al Betis jugar un partido con 11 jugadores internacionales sobre el césped.
- Ni han visto cómo se celebra un Centenario.
- Ni han visto cómo no se termina un no sientenario.
- Ni cuando tengan edad para teclear donde sus atribulados y llorones mayores lloran como mujeres lo que no han sabido defender como hombres podrán escribir sobre su no sientenario porque está cerrado y desaparecido en todos sus foros desde el mismo momento en que cierto club ganó tres títulos esa misma temporada.
- Ni han visto la película "247 lunes al sol" (y los que te rondaré:
http://www.forooficialsfc.com/index.php?topic=1145.0)
Y, por supuesto, por supuestísimo, ni saben qué significa ir a Heliópolis a un partido en metro, que es muy importante. Ya se darán cuenta de lo importante que es en sus vidas cuando sus cobardes padres que valientemente llaman sevillista a ese bético incólume de rancio abolengo verdiblanco que es Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos desde detrás de una pantalla y con un nombre falso, dejen de llorar algún día como mujeres lo que no han sabido defender como hombres para decirles qué importante es en sus vidas odiar por no tener metro que vaya a Heliópolis, como a ellos se lo enseñaron sus abuelos o a Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos el suyo.
Estilo Betis definiendo al Sevilla, el estilo de los llorones y perdedores de toda la vida, de toda la existencia. Estilo Betis, el que ya luchan por implantar en la generación nini del Betis.
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