Un mojón no, dos mojones para los de la casta merengue.
Es que hay ciertas cosas que me sublevan, Don Grabié.
La banda de Don Florentone debería venir a Sevilla de rodillas y con garbanzos crúos en las rodilleras como penitencia de las innumerables canalladas que nos han hecho y los numerosos robos que han perpetrado a nuestro clú.
Bueno, no he querido decir a Sevilla en general sino al RSP. Al otro (al estadio de la Exposición que le regalaron a los
probeticos verderones) como si quieren ir juanelo en ristre o culo en pompa pa que se los besen. El juanelo y el bullarengue, digo.
En nuestro RSP, ----nuestro porque se compró con el dinero de todos los sevillistas y no chuleando al Hay-Untamiento hispalense----, decía que en nuestro RSP hay que recibir a estos canallas con la hostilidad debida a los ladrones que se quedan con lo que no es suyo merced al amparo de instituciones tan dignas de desprecio como la Federación, la LFP, el Comité Arbitral, el de Disciplina Deportiva y hasta el Tribunal Constitucional si se me permite.
Romper relaciones con estos canallas, es lo que yo haría. Y recibirlos en nuestra casa dejándoles claro que no son bien recibidos y no merecen nuestra hospitalidad ni nuestra consideración. Amén de informarles de que preferimos que nuestros chavales se conviertan en yokis (y gitanos) antes de permitirles o facilitarles vestir esa asquerosa camiseta cuyo escude debería ser la calavera y las dos tibias.
Y voy a pará, que me enciendo y me conozco.
