Hace 33 años, el 29 de mayo de 1985, en estadio de Heysel de Bruselas se disputaba la final de la copa de Europa entre el vigente campeón por aquel entonces, el Liverpool, y la Juventus.
El año anterior en Roma ya hubo muchos incidentes entre los aficionados ingleses y los locales, en la final que el Liverpool le ganó a los romanos en su casa.
Así que el ambiente entre ingleses e italianos estaba muy caldeado cuando, una hora antes del partido y con el estadio lleno esperando el comienzo, los ingleses se dedicaron a lanzar objetos al graderío contiguo donde se situaba parte de la afición juventina, de manera que desde al ver lo que estaba pasando desde otra parte del campo, muchos italianos saltaron al césped a defender a sus compatriotas. Se formó tal caos que, al intentar huir presa del pánico, mucha gente (la mayoría de la grada de los italianos) murió aplastada por la avalancha que se creó.
Desde entonces la UEFA implantó ciertas medidas de seguridad que hasta entonces no existían, tales como el pasillo de seguridad entre graderíos de distintas aficiones, la prohibición de entrar al estadio botellas de vidrio o la venta de bebidas alcohólicas en los mismos.
Todos los clubes ingleses fueron expulsados 5 años (el Liverpool fueron 6) de las competiciones europeas, y se mejoró el protocolo de seguridad con la declaración de los partidos de alto riesgo e identificación personal de aficionados.
Es estadio belga fué posteriormente rebautizado como “Estadio Rey Balduino”, con objeto de que el nombre de Heysel fuera olvidado por el terror que se vivió aquel fatídico día en el que fallecieron 39 personas: 32 italianos, 4 belgas, 2 franceses y 1 británico. Descansen en paz.