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#Alavés vs. S.F.C.
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"Esto" publicas hoy, Jesús. Y desde el máximo respeto te diré que no es que no tengas razón ni derecho a escribirlo, pero que tiene una brutal carga de ironía que hoy vengas a contarnos esto después de tantos meses y años de decir que decenas de miles llevan el paso cambiado y que tan solo lo lleven bien cuatro o cinco, por muy buenas madres que tengan que siempre los defiendan.Te lo explicaré de otro modo, Jesús.¿De verdad puedes creerte que a la situación actual se ha llegado de golpe? ¿Que no ha obedecido a un proceso degenerativo negado una y otra vez?¿Ahora se puede criticar porque ahora estamos así?No, Jesús, no. A la situación actual hemos llegado porque algunos han hecho mal algunas cosas. O porque unos cuantos han hecho mal muchas cosas. Con todo el derecho del mundo porque a propósito no lo han hecho y porque humanos somos todos. Pero por lo que no hemos llegado al estado actual, Jesús, es porque la afición del Sevilla haya hecho mal algo. El grado de soberbia de nadie es imposible que pueda conducir a ese razonamiento, a ese desquiciamiento de la razón.Siempre es tiempo para la crítica, Jesús, de la que hablas, de la constructiva, de la razonada. Siempre es tiempo para ella porque es un basamento de la construcción. Pero hay gente que es incapaz de tolerar la crítica, por razonada que sea, por constructiva que fuere. Hay quienes si cabalgan a lomos del triunfo, se dejan cegar por los oropeles, por los laureles de las victorias y desprecian olímpicamente cualquier aviso de que los cimientos presentan fisuras, esas advertencias realizadas desde el cariño a quienes todos amamos, al Sevilla Fútbol Club.Conste, y vaya también por delante, Jesús, que celebro tu artículo de ser fruto de una maduración y de la adopción de una postura reflexiva sin marcha atrás, que no se troque si encadenamos cuatro victorias seguidas porque la gente, Jesús, que por seis derrotas o por seis títulos cambia un planteamiento en su modo de enfocar las cosas no merece la pena.Entiendo que tu mensaje es fruto del dolor de corazón, que no templa gaitas, que no ha sido escrito para apagar fuegos bien alimentados desde hace años.Eres sevillista antiguo, o por lo menos de mi quinta, de aquellos que llevamos torciendo ya cuarenta o más años por nuestros colores, muchos de los cuales -entre ellos tú y yo- criados en Nervión, a la sombra de la bombonera. Por ello sabes de sobra que a la llamada del escudo siempre acudimos, que lo llevamos escrito en la sangre, grabado a fuego.Por ello has de ser consciente también -porque es algo que no te he leído en tu alegato- de que si ha existido crítica anteriormente es porque las cosas se han hecho mal, y porque muchos, tú entre ellos Jesús, habéis hecho oídos sordos a esa crítica. Bueno, mejor dicho ¡ojalá hubiérais hecho oídos sordos!, porque lo que habéis hecho es enrocaos en vuestra ceguera, en la de confundir al sevillismo de ley que no son 2.000 fieles de Nervión ni por asomo, ni a quienes se autodenominan sevillistas de granito, ni a quienes dicen que hoy no se puede ejercer la crítica porque hemos ganado seis títulos; mañana porque estamos a mitad de temporada; pasado porque todavía no ha terminado; y el otro porque estamos en plena fase de planificación de la siguiente.Y ocurre, Jesús, que tú y quienes sois o habéis actuado como tú sólo habéis dejado una espita abierta: o decías que sí o sí o sí o sí a todo, fuera lo que fuera, o eras un acomplejado ser confundido por unos papafritas. Y mira que siempre he estado contigo de acuerdo en que existen esos papafritas, pero haber dedicado unos años por entero a eso, con la de otras cosas que exigía la grandeza del Sevilla por hacer y por construir sin tener que de continuo mezclar a muchos sevillistas con los dichos papafritiles...Ahora veo que sí es el momento para la crítica respetuosa, madurada, reflexiva. ¿Crees de verdad, Jesús, que ésa ha dejado de existir alguna vez? ¿Crees incluso que no ha estado presente desde el 11 de mayo de 2006? ¿Crees que no ha estado presente Junta a Junta? Y no, Jesús, no te hablo de los cafres que te han vilipendiado e insultado y a quienes has respondido con iguales armas y a su misma altura, no.A esos no los tengo en cuenta, por aquí suelo triturarlos no más los tengo delante. Pero mira por donde, he conocido en todos estos años a cientos de sevillistas que no han hecho más que disfrutar de los éxitos, que aplaudir los aciertos pero que al igual que han hecho lo primero, también han puesto los puntos sobre las íes cuando algo se ha hecho mal.Porque Jesús ¿Las cosas se han hecho mal quizás del 1 al 11 de diciembre de 2010? ¿Esos jugadores a los que aludes sin nombrar han empezado a jugar mal el otro día? ¿Algunos han jugado tres partidos bien desde que fueron contratados hace tres años? ¿Es que nos podemos quejar de mala suerte por haber quedado fuera de la Liga de Campeones dos años por el coeficiente particular de goles que ni Juande ni Manolo Jiménez fueron capaces de superar ante Osasuna y Atlético de Madrid respectivamente pero no podemos decir que en Getafe en las semifinales de Copa se le presentó la virgen a un equipo en ABSOLUTA DECADENCIA de la que sólo y exclusivamente salió un 19 de mayo en Barcelona porque ni el 16 de ese mismo mes fue capaz de hacerlo en Almería donde un muchacho nos salvó las castañas del fuego?¿Es que quizás -Jesús- es pecado de lesa traición que algunos sevillistas hayan/hayamos dicho que la decadencia viene desde antiguo y que se nos haya tapado la boca como si fuéramos papafritas?Es por todo ello, Jesús, que tu artículo me resulta un tanto ininteligible, para ser sinceros, absolutamente incomprensible. Pero haciendo un esfuerzo, comulgaré con él, que no con su contenido. Porque la apelación que haces en él es la que -como te decía- llevo grabada a sangre y fuego en todo mi ser, por lo tanto haría lo mismo con tu artículo que sin él, no lo necesito para hacerlo. Pero dado tu esfuerzo -espero que no puntual, sino metódicamente eterno- por darle carta de naturaleza a un pecaminoso sevillismo poscrito e identificado con quienes odian a nuestro club o no soportan por cuitas personales sus éxitos pese a que su intención siempre fuera la de ayudar y además haciéndolo sin estridencias, con educación pero con firmeza, le doy la bienvenida a tus palabras.Espero que, dadas tus innegables influencias (o viceversa) respecto a quienes transitan por la planta noble a pesar de tu mero status de sencillo y humilde colaborador del club ajeno a cuanto se ha cocido en él en cualesquiera de sus aspectos en estos últimos 7-8 años, dobles un poco el lomo para hacerles ver a quienes competa que la mayoría del sevillismo crítico así como el resto no son meros clientes del Sevilla Fútbol Club a quienes un día se les torea por la izquierda y al siguiente por la derecha, porque así nunca más tendrás que escribir un artículo como el que nos ocupa, aunque como doy por descontado que si la cosa cambiara (ojalá que a la voz de ya) para mejor y las victorias se sucedieran y los títulos llovieran como hasta ahora, seguirías pensando ya para siempre al igual que has reflexionado hoy en tu artículo.Un saludo.Ernesto López de Rueda Cossío
He leido primero la crítica de NODO y luego he ido a por el escrito de Alvarado. cuando vuelvo leo al señor Mortaja y no me queda más remedio que explicar porqué en un 90% estoy de acuerdo con lo que dice Alvarado y aún comprendiendo en gran medida la excelente crítica de NODO, no me queda más remedio en intentar defender desde mi prisma el artículo de Alvarado.Parto de la base de que aunque yoyalodije, ni por asomo podía entrever que el desastre que se avecinaba podía alcanzar cotas bíblicas. Evidentemente Alvarado, y ese es su pecado original, jamás permitió resquicio para la crítica al diseño de la plantilla, pero no por ello podía aceptarse la crítica exacerbada y falta de rigor absoluto del que hacían gala los agoreros del fin del mundo Aolístico.No es momento de desentrañar post o rememorar discusiones de bar, donde se argumentaba que a pesar de los resultados estábamos en la antesala de la muerte y Aolo era la causa. En este foro, casi el 90% de los foreros defendían que este Sevilla no se merecía el juego anodino e insulso, a pesar de las victorias, que había que presionar para forzar la salida del entrenador, que "la plantilla de los títulos se vulgarizaba con los planteamientos del cateto de Arahal", ese que según algunos jamás sabrá qué era el "Borussia de Monchesglasbach". Esa no es que fuese una crítica despiada, inhumana, irrespetuosa y sobretodo desacertada, esa fue una crítica que coadyudó al empobrecimiento de la plantilla. Esos debates tan estériles como que DN se había emperrado en traer a Negredo para forzar a MJ a jugar con dos delanteros, porque seguramente lo trajo por eso y seguramente lo hizo porque el padre de la directiva de la Peña Si O Si, se dejaba también llevar por esa crítica que tan bien le venía. Él hacía y deshacía a su antojo, que siempre estaba por encima, incluso había críticos a Mj que explicaban algunas victorias desde el prisma de la influencia presidencial. También esos excelentes directivos tuvieron durante tres años al escudo perfecto para excusar el empobrecimiento del equipo, "son las cosas del Aolo, a mi no me gusta es Monchi el que lo mantiene"Fueron tantos los beneficiados por el escudo de Arahal que sobre él se cimentaron gruesos muros en el RSP, muros de vergúenza que separaban a críticos de pelotas, pitaores de aplaudidores, de sevillistas de finales de los de granito.Pero claro, como la afición es sabia e inteligente, no se la puede criticar, y todos esos, son sevillistas, sevillistas de verdad, pero sevillistas que han estado distraidos del principal objeto, su equipo, su entidad. Solo había ojos para el inquilino del banquillo, y a lo sumo, una o dos dianas que aparecieron de manera colateral (Mosquera y Romaric, éste mucho más tarde).No encuentro y por favor corregidme alguno, crítica al diseño de las plantillas de los años 08/09 o 09/10, yo solo encuentro críticas al porqué se mantenía al inepto o desgarros en porqué se perdía una semifinal de copa o porqué era la hecatombe si tal o cual equipo nos ganaba o empataba en casa. Jamás encontré sorpresa en que se consiguiesen 38 puntos en una segunda vuelta o en cómo estábamos disputando al máximo las tres competiciones hasta enero del año pasado.La afición, no es sabia, la afición sevillista es crítica y exigente, pero se ha olvidado de que nadie es poseedor absoluto de la verdad y bajo ese punto de vista puede que algunas críticas y exigencias fuesen erróneas. A Alvarado aún le estoy esperando para que reconozca que, como muy bien dice NODO, no hemos aterrizado en la mierda ahora, pero a la afición también le vendrá muy bien reconocer que se equivocó al no disfrutar de las victorias, que las hubo y en errar su crítica.Porque el disfrute que tuvimos la fortuna de saborear debimos conservarlo en un frasco y en lugar de enloquecer buscando nuevos sorbos de gloria en cada partido, debíamos en esos momentos de apogeo, tener el alcance de miras para exigir a esa adormecida dirigencia que preparase una renovación que iba a llegar, que afianzase de verdad y no con palabrería vacua esas estructuras, que por estar en una ciudad pobre más fuertes deberían ser. Porque al igual que se construyen rascacielos en Tokio, quién dice que es imposible que haya un equipo champions en Sevilla. Lo ha habido durante dos años seguidos en los que, como dice Alvarado muchos se empeñaron en quitarle azúcar al café, restando méritos a campañas obetivamente triunfales,y por culpa de ese hurto del azúcar no se daban cuenta de que otros estaban cambiándonos café por achicoria
No encuentro y por favor corregidme alguno, crítica al diseño de las plantillas de los años 08/09 o 09/10
Ahora sí, la críticaPublicado el 12 Diciembre 2010 a las 21:34La crítica constructiva, la que respeta, la que nace del cariño y del corazón que ama, tan dolorido por los últimos acontecimientos. La crítica que no insulta, ni vilipendia a nadie. La que se hace con mesura, con educación, la crítica que sale del fondo del alma.Limpia.Ahora sí, ahora que el equipo lleva cero puntos de doce, ahora que las sensaciones que deja el equipo (que lo peor, siendo pésimos, no son los resultados, sino la imagen, las sensaciones de nada que el equipo nos deja un partido tras otro) son para echarse a temblar, ahora que estamos en el undécimo puesto de la tabla, ahora que nos han colado 26 goles en quince partidos.Ahora sí hay razones para la crítica, para decir las cosas que vemos, siempre, repito, desde el respeto y no desde el insulto.Porque la crítica que nace desde el respeto es sólo crítica y lo otro, esa suerte de obsesión enferma en la que muchos llevan años instalados para su desgracia personal no es más que el cieno hediondo en el que se revuelcan los cerdos, ibéricos o no.Si algo bueno tiene esta deprimente situación por la que nuestro Sevilla nos está haciendo pasar es que, a lo mejor, me sirve para explicarme, me es útil para poder aclarar a aquellos que se cierran en banda todo lo que llevo años defendiendo.Ahora que nada sale bien, que nuestro equipo, es la verdad, está ausente, que no hay ni por asomo el mínimo concepto defensivo, que hay jugadores que no aportan casi nada, ahora que cualquier rival que tengamos enfrente nos parecerá el Milán de Sacchi, ahora sí hay motivos para la crítica, ahora si hay cosas que se están haciendo mal.Y que acarrean resultados por completo negativos.Casi todas.Y se dicen (yo las digo) y no pasa nada. Porque estamos para opinar. Y las respeto, ¿cómo no voy a respetarlas?Y yo soy el primero que comenta todo lo que está mal (corrijo, todo lo que a mí me parece que está mal, que yo puedo estar equivocado), en el deseo ferviente de que esta pesadilla termine cuanto antes.Pero ¿la crítica ácida, barriobajera, injusta a todas luces, sin razón de ser, cuando el equipo era tercero?¿La crítica cuando se alcanzaban los objetivos?¿La protesta, el silbido, el insulto cuando nuestro Sevilla ganaba y ganaba y ganaba y perdía poco y apenas encajaba goles?¿El descrédito continuo, los cañones de mierda que nunca paraban de disparar desde ciertas atalayas mediáticas de nuestra ciudad cuando la situación era de ensueño?Para los cortitos de entendederas repetiré, una vez más, que no hablo de los siete últimos partidos nefastos de Jiménez. Hablo de los dos años y pico anteriores.Aquella crítica era radicalmente injusta. Y por eso yo me posicioné contra los que la ejercían, porque era lo más injusto que había visto en mi vida. Y por eso defendía a los que, contra tantos y contra tanto, nos tenían en la azotea de la liga española y trabajaban de forma honrada y hacían bien las cosas, muy bien.Y no se podía tolerar que, por sistema, cuando todo marchaba de dulce entre tantos nos imposiblitaran disfrutar de todo lo bueno que teníamos. No nos dejaron, a los que quisimos hacerlo, no nos lo permitieron. Convirtieron lo que era una situación ideal, tan añorada ahora, en un puro infierno, en una atmósfera irrespirable.Y machacaban, y ninguneaban, y decían que todo iba fatal.Y estábamos los terceros. O los cuartos.Crearon un clima insostenible, crispadísimo, tan tenso, que parecía que el equipo estaba en el undécimo puesto.No nos dejaron disfrutar de aquella privilegiada situación que nuestro Sevilla, a base de trabajo y de hacer bien las cosas, se había ganado a pulso, manteniéndola jornada tras jornada.Ahora, por desgracia, sí que hay motivos para la crítica y la protesta, para decir todo lo que nos parece que está mal. Porque hay muchas cosas, demasiadas, que están mal.Ahora sí. Y comparto muchas de las críticas que uno puede leer o escuchar por ahí. La evidencia, para pena nuestra, es la que es y no se puede ocultar.Antes no, porque antes decían que todo era un desastre y el Sevilla estaba tercero, o cuarto y se metía en semifinales o en la final de Copa y jugaba la Champions y terminaba campeón de grupo.Y yo me rebelaba ante la suprema barbaridad del absurdo clima creado por un grupete de personajes y secundado por una gran cantidad de aficionados que se empeñaron en quitarle el azúcar al café, que se empecinaron en predicar la noche más oscura cuando la realidad era que teníamos en todo lo alto un sol radiante.Ahora sí, la crítica. Naturalmente que sí. La situación es enormemente preocupante y no se pueden tapar las enormes carencias que nuestro Sevilla está mostrando en cada partido.Ahora sí, la preocupación, las caras largas, el corazón encogido, el embrollo en el estómago. Ahora sí, la tristeza y el dolor. Ahora sí, el regresar a unas sensaciones casi olvidadas.Ahora lo entiendo y lo comparto.Antes no. Antes las cosas iban de maravilla y entre unos cuantos se empeñaron en envenenar hasta el aire que respirábamos.Visto lo visto, se salieron con la suya.Y no. Rotundamente, no tenían razón. Por supuesto que no tenían razón.Qué pena.Estamos en el agujero, seamos conscientes de ello. Asumamos la realidad actual de nuestro Sevilla, porque el primer paso para resolver los problemas es reconocerlos.Por favor, reconozcamos los problemas y démosles soluciones. Por encima de orgullos personales, por encima de todo, reconozcamos los problemas y que se aporten soluciones aunque sean dolorosas, o traumáticas, aunque parezcan imposibles de aplicar.Por encima de todo y de todos está el Sevilla FC y nuestro Sevilla FC , hoy por hoy, está malito y hay que curarlo.Yo veo lo que veo y lo que veo lo digo. Y, a partir de ahí, que todo el mundo sepa que estoy a muerte con los míos, con mi presidente, con mi consejo de administración, con los técnicos de mi equipo y con los jugadores de la plantilla de mi Sevilla. Ellos, los que nos llevaron a la gloria, son ahora los que nos tienen que sacar de este lugar tan horripilante que está empezando a parecerse tanto al infierno.Aquí estoy yo, junto a todos ellos, para lo que uno pueda aportar. Este es mi Sevilla, este es el proyecto en el que creo. En el que creí cuando los ojos y el corazón se nos llenaban con copas de plata y en el que sigo creyendo ahora que todo está tan torcido.Y, a partir de ahí, todos juntos, los que quieran, desde la unión absoluta y pétrea, debemos empezar a intentar que nuestro sagrado sentimiento sevillista empiece a levantarse.Teniendo claro que, por encima de todos y de todo, está el Sevilla Fútbol ClubEl primer día del resto de nuestras vidas futbolísticas es el próximo miércoles.Aportemos todos nuestro pequeño granito de arena para que el jueves que viene amanezca un día brillante, un día de sol espléndido.Desde la crítica respetuosa y desde la unidad.Esa misma que nos hizo subir a lo más alto."Esto" publicas hoy, Jesús. Y desde el máximo respeto te diré que no es que no tengas razón ni derecho a escribirlo, pero que tiene una brutal carga de ironía que hoy vengas a contarnos esto después de tantos meses y años de decir que decenas de miles llevan el paso cambiado y que tan solo lo lleven bien cuatro o cinco, por muy buenas madres que tengan que siempre los defiendan.Te lo explicaré de otro modo, Jesús.¿De verdad puedes creerte que a la situación actual se ha llegado de golpe? ¿Que no ha obedecido a un proceso degenerativo negado una y otra vez?¿Ahora se puede criticar porque ahora estamos así?No, Jesús, no. A la situación actual hemos llegado porque algunos han hecho mal algunas cosas. O porque unos cuantos han hecho mal muchas cosas. Con todo el derecho del mundo porque a propósito no lo han hecho y porque humanos somos todos. Pero por lo que no hemos llegado al estado actual, Jesús, es porque la afición del Sevilla haya hecho mal algo. El grado de soberbia de nadie es imposible que pueda conducir a ese razonamiento, a ese desquiciamiento de la razón.Siempre es tiempo para la crítica, Jesús, de la que hablas, de la constructiva, de la razonada. Siempre es tiempo para ella porque es un basamento de la construcción. Pero hay gente que es incapaz de tolerar la crítica, por razonada que sea, por constructiva que fuere. Hay quienes si cabalgan a lomos del triunfo, se dejan cegar por los oropeles, por los laureles de las victorias y desprecian olímpicamente cualquier aviso de que los cimientos presentan fisuras, esas advertencias realizadas desde el cariño a quienes todos amamos, al Sevilla Fútbol Club.Conste, y vaya también por delante, Jesús, que celebro tu artículo de ser fruto de una maduración y de la adopción de una postura reflexiva sin marcha atrás, que no se troque si encadenamos cuatro victorias seguidas porque la gente, Jesús, que por seis derrotas o por seis títulos cambia un planteamiento en su modo de enfocar las cosas no merece la pena.Entiendo que tu mensaje es fruto del dolor de corazón, que no templa gaitas, que no ha sido escrito para apagar fuegos bien alimentados desde hace años.Eres sevillista antiguo, o por lo menos de mi quinta, de aquellos que llevamos torciendo ya cuarenta o más años por nuestros colores, muchos de los cuales -entre ellos tú y yo- criados en Nervión, a la sombra de la bombonera. Por ello sabes de sobra que a la llamada del escudo siempre acudimos, que lo llevamos escrito en la sangre, grabado a fuego.Por ello has de ser consciente también -porque es algo que no te he leído en tu alegato- de que si ha existido crítica anteriormente es porque las cosas se han hecho mal, y porque muchos, tú entre ellos Jesús, habéis hecho oídos sordos a esa crítica. Bueno, mejor dicho ¡ojalá hubiérais hecho oídos sordos!, porque lo que habéis hecho es enrocaos en vuestra ceguera, en la de confundir al sevillismo de ley que no son 2.000 fieles de Nervión ni por asomo, ni a quienes se autodenominan sevillistas de granito, ni a quienes dicen que hoy no se puede ejercer la crítica porque hemos ganado seis títulos; mañana porque estamos a mitad de temporada; pasado porque todavía no ha terminado; y el otro porque estamos en plena fase de planificación de la siguiente.Y ocurre, Jesús, que tú y quienes sois o habéis actuado como tú sólo habéis dejado una espita abierta: o decías que sí o sí o sí o sí a todo, fuera lo que fuera, o eras un acomplejado ser confundido por unos papafritas. Y mira que siempre he estado contigo de acuerdo en que existen esos papafritas, pero haber dedicado unos años por entero a eso, con la de otras cosas que exigía la grandeza del Sevilla por hacer y por construir sin tener que de continuo mezclar a muchos sevillistas con los dichos papafritiles...Ahora veo que sí es el momento para la crítica respetuosa, madurada, reflexiva. ¿Crees de verdad, Jesús, que ésa ha dejado de existir alguna vez? ¿Crees incluso que no ha estado presente desde el 11 de mayo de 2006? ¿Crees que no ha estado presente Junta a Junta? Y no, Jesús, no te hablo de los cafres que te han vilipendiado e insultado y a quienes has respondido con iguales armas y a su misma altura, no.A esos no los tengo en cuenta, por aquí suelo triturarlos no más los tengo delante. Pero mira por donde, he conocido en todos estos años a cientos de sevillistas que no han hecho más que disfrutar de los éxitos, que aplaudir los aciertos pero que al igual que han hecho lo primero, también han puesto los puntos sobre las íes cuando algo se ha hecho mal.Porque Jesús ¿Las cosas se han hecho mal quizás del 1 al 11 de diciembre de 2010? ¿Esos jugadores a los que aludes sin nombrar han empezado a jugar mal el otro día? ¿Algunos han jugado tres partidos bien desde que fueron contratados hace tres años? ¿Es que nos podemos quejar de mala suerte por haber quedado fuera de la Liga de Campeones dos años por el coeficiente particular de goles que ni Juande ni Manolo Jiménez fueron capaces de superar ante Osasuna y Atlético de Madrid respectivamente pero no podemos decir que en Getafe en las semifinales de Copa se le presentó la virgen a un equipo en ABSOLUTA DECADENCIA de la que sólo y exclusivamente salió un 19 de mayo en Barcelona porque ni el 16 de ese mismo mes fue capaz de hacerlo en Almería donde un muchacho nos salvó las castañas del fuego?¿Es que quizás -Jesús- es pecado de lesa traición que algunos sevillistas hayan/hayamos dicho que la decadencia viene desde antiguo y que se nos haya tapado la boca como si fuéramos papafritas?Es por todo ello, Jesús, que tu artículo me resulta un tanto ininteligible, para ser sinceros, absolutamente incomprensible. Pero haciendo un esfuerzo, comulgaré con él, que no con su contenido. Porque la apelación que haces en él es la que -como te decía- llevo grabada a sangre y fuego en todo mi ser, por lo tanto haría lo mismo con tu artículo que sin él, no lo necesito para hacerlo. Pero dado tu esfuerzo -espero que no puntual, sino metódicamente eterno- por darle carta de naturaleza a un pecaminoso sevillismo poscrito e identificado con quienes odian a nuestro club o no soportan por cuitas personales sus éxitos pese a que su intención siempre fuera la de ayudar y además haciéndolo sin estridencias, con educación pero con firmeza, le doy la bienvenida a tus palabras.Espero que, dadas tus innegables influencias (o viceversa) respecto a quienes transitan por la planta noble a pesar de tu mero status de sencillo y humilde colaborador del club ajeno a cuanto se ha cocido en él en cualesquiera de sus aspectos en estos últimos 7-8 años, dobles un poco el lomo para hacerles ver a quienes competa que la mayoría del sevillismo crítico así como el resto no son meros clientes del Sevilla Fútbol Club a quienes un día se les torea por la izquierda y al siguiente por la derecha, porque así nunca más tendrás que escribir un artículo como el que nos ocupa, aunque como doy por descontado que si la cosa cambiara (ojalá que a la voz de ya) para mejor y las victorias se sucedieran y los títulos llovieran como hasta ahora, seguirías pensando ya para siempre al igual que has reflexionado hoy en tu artículo.Un saludo.Ernesto López de Rueda Cossío