Bendito el cabreo que tenemos todos los sevillistas con el resultado de ayer. Bendito. No merecimos el empate, pero nos empataron. Jugamos un gran partido, como equiipo grande, pero fallamos en la última jugada. Si Machin y los jugadores son capaces de aprender la lección, magnífico, pero que se repita otra vez diría muy poco de ellos. Ganar la liga es absolutamente imposible, máxime viendo lo visto en el día de ayer en Cornellá, por lo tanto, lo que queremos los sevillistas es seguir cabreándonos con partidos como el de ayer. Otros años, el venirnos con el rabo entre las piernas de campos como el de Mestalla era lo más normal, y no le dábamos más vueltas.