COLUMNAS BLANCAS

[Jose Luis Bueno]

http://www.columnasblancas.com/2011/11/28/a-ver-si-nos-entendemos%E2%80%A6/

Me parece uno de los artículos más lamentables que he leído en mucho tiempo. 

[manujesus]

esto es sencillamente un plagio de "lopera en estado puro" y de cuando le criticaban su gestión (mira, luego se confirmó que era un ratero) y él hablaba de su champions y de su título de copa del rey... y del 92, claro

Y esto no es más que la traslación de la filosofía del Sálvame de Luxe a la opinión y consideración que cada uno puede tener de su sentimiento futbolístico. ¿Alguien tiene la verdad absoluta? Nadie la puede tener porque reside en Antonion.
Un saludo

[Le Tissier]

A mí me parece un artículo con el que, esencialmente no estoy de acuerdo, pero muy respetable. Es una forma de ver el sevillismo.

Ni mejor ni peor que otras

[kalamar]

Pues lo acabo de leer y me parece una basura.

Lo siento, no soy tan buenista y no sé utilizar sinónimos, ni perífrasis para endulzar lo que realmente me parece el escrito.

[Jose Luis Bueno]

A mí me parece un artículo con el que, esencialmente no estoy de acuerdo, pero muy respetable. Es una forma de ver el sevillismo.

Ni mejor ni peor que otras

Una forma de ver el sevillismo y una forma de enjuiciarlo. Y lo que deja caer. Es lo que me mosquea de lo que ha escrito Monago, que por cierto, me cae bien.

[quiquesfc]

no me ha parecido mal hasta el final que casi se adjudica el título de la uefa a los "optimistas" a lo mejor los "negativos" si no aprietan los jugadores no espabilan en todo el año... me parece una exageración como siempre digo en el término medio está la virtud

[piccolo]

Pues lo acabo de leer y me parece una basura.

Lo siento, no soy tan buenista y no sé utilizar sinónimos, ni perífrasis para endulzar lo que realmente me parece el escrito.

Pues yo estoy contigo, de hecho, ni lo he terminado de leer.

[julen]

"Dicho esto, que cada cual viva el sevillismo como quiera, pero vamos a respetarnos todos y a no descalificarnos unos a otros por el simple hecho de que no todos lo veamos del mismo color."

Y que quede claro que fuimos nosotros los que ganamos la Uefa, etc, etc.....

Te lo juro que a veces esto de los blogs les ha hecho a más de uno creerse auténticos gurús...............

¿De verdad hay tanta gente que se cree alguien importante?.

[piccolo]

"Dicho esto, que cada cual viva el sevillismo como quiera, pero vamos a respetarnos todos y a no descalificarnos unos a otros por el simple hecho de que no todos lo veamos del mismo color."

Y que quede claro que fuimos nosotros los que ganamos la Uefa, etc, etc.....

Te lo juro que a veces esto de los blogs les ha hecho a más de uno creerse auténticos gurús...............

¿De verdad hay tanta gente que se cree alguien importante?.

Antes se decía lo de "dale una gorra y se creerá alguien importante".

Ahora es "dale un blog y ..."

[ADiaz Photo]

Los andaluces somos así, así de güena gente, y no hablo de buena gente.  

Buena gente, es una persona que es caval, honesta, empática, cumplidora, honrada, exigente, en fin que reúne un perfil lleno de virtudes.  Güena gente es otra cosa, y si tuviera que resumir en tres palabras en qué consiste, me inclinaría por "nunca pasa nada", o ese verso extraído del mayor de los cantes "cuando me acuerdo que me tengo que morí, tiendo una manta en el suelo y me jarto de dormí", al que me he referido en más de una ocasión.  

Se trata de una filosofía impuesta a base de sumisión durante siglos por la que se nos despojaba de la esperanza, de la aspiración de progresar, de tener unas metas y morir con ellas.  No sois nada y nunca despegaréis del puto suelo.  Lo triste es que ha calado, corre por nuestras venas, y ay de aquél que se atreva a contestarlas, que no hace falta ya que vengan de fuera para acallar esas voces que nosotros mismos nos bastamos y sobramos para cercenar ilusiones.

Si admiraba a nuestro presidente era por su carácter contestario, inconformista, exigente primero consigo mismo y luego con los del entorno y por último con los de fuera.  Nadie como él se cuestionaba el status quo de la existencia prestada en la que dormitábamos.  Nadie había tenido los redaños siquiera de amagos de aspiraciones sin excusarse por ello.

Esa tensión y no otra, ese despertar generó la opción de los éxitos.

La tensión de hace unos días se ha convertido en conformismo, aquiescencia con tintes de indolencia.  Sí la indolencia de quien no siente dolor aunque se desangre.

El presidente dijo que no durmió la noche que nos eliminaron en la previa de Champions, yo me temía lo peor cuando vi el equipo en el Carranza.  Ése era el momento de actuar y no esperar a que nos eliminasen y tener que cuadrar un presupuesto con urgencia.  Darse golpes de pecho por expulsar del vestuario a jugadores indeseables no es un orgullo, el orgullo es trabajar para que no entren.  Tener las puertas cerradas para los restos de Manzano una vez pasado por aquí no es solución a nada, es una cura tras la herida.  Yo no quiero curas, yo quiero previsiones.

Ahora resulta que el equipo no está preparado para trabajar lo que otros trabajan, que están mal criados, que con la ley del mínimo esfuerzo ya no es suficiente..., y yo me lo tengo que tragar, y además no protestes que la solución es la paciencia.  Paciencia durante cuánto tiempo ¿Sine die? ¿Tampoco ponemos plazo a la paciencia?

La paciencia se ha instalado en nosotros.  Paciencia para todo, pero no digas hasta cuándo.

El presupuesto de la eliminación europea de este año ¿Quién la paga? ¡Ah, paciencia! No pasa nada, nunca pasa nada.

¿Que los jugadores no entienden el esfuerzo, que bajan los brazos? Paciencia.

¿Que el entrenador necesita más tiempo? ¿Cuánto? Paciencia.

Y además no pites, mal sevillista.

Yo puedo, debo tener paciencia, pero son necesarias dos premisas para exigir tiempo, que se vislumbre algún progreso y que el tiempo exigido llamado paciencia tenga un plazo.

¿Mal sevillista?  Mal sevillista sois vosotros, indolentes, conniventes con el conformismo, causantes de mediocridad, yo os expulsaría del templo por mansos.

No pasa nada, nunca pasa nada, y no te señales que no serás ni buena ni güena gente.

[NODO SFC 1905]

Creo que nunca entenderé porque los gritones se ponen a gritar cuando alguien, educadamente, les dice que son unos simples gritones y que ni se entiende lo que dicen cuando gritan desaforadamente.

O sí. A un chillón es imposible entenderlo sin sus chillidos.

Son los que chillan en un minuto de silencio, son los que chillan para hablar, son los que chillan escribiendo, son los que chillan cuando otros tienen el turno de palabra, son los que intentan acallar a chillidos a quienes les demuestran que no tienen razón, son los que salen con chillidos cuando se les interpela sobre aquello que a chillidos propugnaban y que -una vez más- se demuestra equivocado, son los que chillan cuando preguntan la hora, quienes chillan cuando no se les contesta qué hora es, los que la emprenden a chillidos si algo se hace contra su forma de ver y los que emiten los más agudos chillidos cuando las cosas se hacen como ellos querían pero no salen.

Los gritones... que no falten.

[MASTERMIND MORTAJER]

Pues lo acabo de leer y me parece una basura.

Lo siento, no soy tan buenista y no sé utilizar sinónimos, ni perífrasis para endulzar lo que realmente me parece el escrito.

+1

[Jose Luis Bueno]

Los andaluces somos así, así de güena gente, y no hablo de buena gente.  

Buena gente, es una persona que es caval, honesta, empática, cumplidora, honrada, exigente, en fin que reúne un perfil lleno de virtudes.  Güena gente es otra cosa, y si tuviera que resumir en tres palabras en qué consiste, me inclinaría por "nunca pasa nada", o ese verso extraído del mayor de los cantes "cuando me acuerdo que me tengo que morí, tiendo una manta en el suelo y me jarto de dormí", al que me he referido en más de una ocasión.  

Se trata de una filosofía impuesta a base de sumisión durante siglos por la que se nos despojaba de la esperanza, de la aspiración de progresar, de tener unas metas y morir con ellas.  No sois nada y nunca despegaréis del puto suelo.  Lo triste es que ha calado, corre por nuestras venas, y ay de aquél que se atreva a contestarlas, que no hace falta ya que vengan de fuera para acallar esas voces que nosotros mismos nos bastamos y sobramos para cercenar ilusiones.

Si admiraba a nuestro presidente era por su carácter contestario, inconformista, exigente primero consigo mismo y luego con los del entorno y por último con los de fuera.  Nadie como él se cuestionaba el status quo de la existencia prestada en la que dormitábamos.  Nadie había tenido los redaños siquiera de amagos de aspiraciones sin excusarse por ello.

Esa tensión y no otra, ese despertar generó la opción de los éxitos.

La tensión de hace unos días se ha convertido en conformismo, aquiescencia con tintes de indolencia.  Sí la indolencia de quien no siente dolor aunque se desangre.

El presidente dijo que no durmió la noche que nos eliminaron en la previa de Champions, yo me temía lo peor cuando vi el equipo en el Carranza.  Ése era el momento de actuar y no esperar a que nos eliminasen y tener que cuadrar un presupuesto con urgencia.  Darse golpes de pecho por expulsar del vestuario a jugadores indeseables no es un orgullo, el orgullo es trabajar para que no entren.  Tener las puertas cerradas para los restos de Manzano una vez pasado por aquí no es solución a nada, es una cura tras la herida.  Yo no quiero curas, yo quiero previsiones.

Ahora resulta que el equipo no está preparado para trabajar lo que otros trabajan, que están mal criados, que con la ley del mínimo esfuerzo ya no es suficiente..., y yo me lo tengo que tragar, y además no protestes que la solución es la paciencia.  Paciencia durante cuánto tiempo ¿Sine die? ¿Tampoco ponemos plazo a la paciencia?

La paciencia se ha instalado en nosotros.  Paciencia para todo, pero no digas hasta cuándo.

El presupuesto de la eliminación europea de este año ¿Quién la paga? ¡Ah, paciencia! No pasa nada, nunca pasa nada.

¿Que los jugadores no entienden el esfuerzo, que bajan los brazos? Paciencia.

¿Que el entrenador necesita más tiempo? ¿Cuánto? Paciencia.

Y además no pites, mal sevillista.

Yo puedo, debo tener paciencia, pero son necesarias dos premisas para exigir tiempo, que se vislumbre algún progreso y que el tiempo exigido llamado paciencia tenga un plazo.

¿Mal sevillista?  Mal sevillista sois vosotros, indolentes, conniventes con el conformismo, causantes de mediocridad, yo os expulsaría del templo por mansos.

No pasa nada, nunca pasa nada, y no te señales que no serás ni buena ni güena gente.

Casi impecable. En mi opinión, te sobra la penúltima frase.

[betikk]

Pues yo estoy contigo, de hecho, ni lo he terminado de leer.

En el momento que empieza a hablar de dos sevillismos ya esta enjuiciando las dos posturas y participando de una como valida y de otra como desechable. Pues no se entera de que todos somos buenos sevillistas. No se entera de que cuando Jose Maria habla de sevillistas de granito es por y para el interés del gestor pero nunca el interés del sevillista.
Todos los sevillistas son sevillistas y punto.
No hay dos tipos.
Por cierto, leo la primera línea y he dejado de leer porque ya se lo que viene después.

[Jose Luis Bueno]

En el momento que empieza a hablar de dos servilismos ya esta enjuiciando las dos posturas y participando de una como valida y de otra como desechable. Pues no se entera de que todos somos buenos sevillistas. No se entera de que cuando Jose Maria habla de sevillistas de granito es por y para el interés del gestor pero nunca el interés del sevillista.Todos los sevillistas son sevillistas y punto.
No hay dos tipos.
Por cierto, leo la primera línea y he dejado de leer porque ya se lo que viene después.

Sí se entera. No sé si lo sabes, Pedro Monago representa al SAC, ve los partidos desde el palco y acompaña al equipo cuando jugamos fuera. No es un mero aficionado, sino que está vinculado al Consejo.

[betikk]

Sí se entera. No sé si lo sabes, Pedro Monago representa al SAC, ve los partidos desde el palco y acompaña al equipo cuando jugamos fuera. No es un mero aficionado, sino que está vinculado al Consejo.

Pues lo disimula bastante bien o a lo mejor, lo escucha pero no lo entiende.

[Spencer]

Alegoria sevillista.

[Chumbaispil]

A mí me parece un artículo con el que, esencialmente no estoy de acuerdo, pero muy respetable. Es una forma de ver el sevillismo.

Ni mejor ni peor que otras

Pues yo estoy con vos.

Sin que sirva de precedente.

[ADiaz Photo]

Casi impecable. En mi opinión, te sobra la penúltima frase.

José Luís, ese penúltimo párrafo tiene su razón de ser. Tiene sentido para hacer ver que buscar facciones sólo consigue extremar posiciones ¿Qué se busca con ello? Si es que detrás existe una intención y no una manifiesta torpeza. Yo estoy dispuesto a debatir con cualquiera sobre casi todo, con razones, con datos, y por supuesto sin que se me etiquete por ello, porque siendo libre como soy y no sometido a ninguna carga, sorprendería mi no alineamiento. Es lo bueno de la libertad, y lo malo también.

[angel diaz]

Los andaluces somos así, así de güena gente, y no hablo de buena gente.  

Buena gente, es una persona que es caval, honesta, empática, cumplidora, honrada, exigente, en fin que reúne un perfil lleno de virtudes.  Güena gente es otra cosa, y si tuviera que resumir en tres palabras en qué consiste, me inclinaría por "nunca pasa nada", o ese verso extraído del mayor de los cantes "cuando me acuerdo que me tengo que morí, tiendo una manta en el suelo y me jarto de dormí", al que me he referido en más de una ocasión.  

Se trata de una filosofía impuesta a base de sumisión durante siglos por la que se nos despojaba de la esperanza, de la aspiración de progresar, de tener unas metas y morir con ellas.  No sois nada y nunca despegaréis del puto suelo.  Lo triste es que ha calado, corre por nuestras venas, y ay de aquél que se atreva a contestarlas, que no hace falta ya que vengan de fuera para acallar esas voces que nosotros mismos nos bastamos y sobramos para cercenar ilusiones.

Si admiraba a nuestro presidente era por su carácter contestario, inconformista, exigente primero consigo mismo y luego con los del entorno y por último con los de fuera.  Nadie como él se cuestionaba el status quo de la existencia prestada en la que dormitábamos.  Nadie había tenido los redaños siquiera de amagos de aspiraciones sin excusarse por ello.

Esa tensión y no otra, ese despertar generó la opción de los éxitos.

La tensión de hace unos días se ha convertido en conformismo, aquiescencia con tintes de indolencia.  Sí la indolencia de quien no siente dolor aunque se desangre.

El presidente dijo que no durmió la noche que nos eliminaron en la previa de Champions, yo me temía lo peor cuando vi el equipo en el Carranza.  Ése era el momento de actuar y no esperar a que nos eliminasen y tener que cuadrar un presupuesto con urgencia.  Darse golpes de pecho por expulsar del vestuario a jugadores indeseables no es un orgullo, el orgullo es trabajar para que no entren.  Tener las puertas cerradas para los restos de Manzano una vez pasado por aquí no es solución a nada, es una cura tras la herida.  Yo no quiero curas, yo quiero previsiones.

Ahora resulta que el equipo no está preparado para trabajar lo que otros trabajan, que están mal criados, que con la ley del mínimo esfuerzo ya no es suficiente..., y yo me lo tengo que tragar, y además no protestes que la solución es la paciencia.  Paciencia durante cuánto tiempo ¿Sine die? ¿Tampoco ponemos plazo a la paciencia?

La paciencia se ha instalado en nosotros.  Paciencia para todo, pero no digas hasta cuándo.

El presupuesto de la eliminación europea de este año ¿Quién la paga? ¡Ah, paciencia! No pasa nada, nunca pasa nada.

¿Que los jugadores no entienden el esfuerzo, que bajan los brazos? Paciencia.

¿Que el entrenador necesita más tiempo? ¿Cuánto? Paciencia.

Y además no pites, mal sevillista.

Yo puedo, debo tener paciencia, pero son necesarias dos premisas para exigir tiempo, que se vislumbre algún progreso y que el tiempo exigido llamado paciencia tenga un plazo.

¿Mal sevillista?  Mal sevillista sois vosotros, indolentes, conniventes con el conformismo, causantes de mediocridad, yo os expulsaría del templo por mansos.

No pasa nada, nunca pasa nada, y no te señales que no serás ni buena ni güena gente.

Llora como una mujer lo que no fuiste capaz de defender, en tu momento, como un hombre