¡¡ A LA FINALIÑA A RITMO DE ESTRELLAS Y ALBARIÑO !!Todo comenzó a las 5 de la mañana de otro maravilloso día para la afición sevillista, otro día que nos volvería a conducir a la gloria…
El coche del presidente de la Peña Sevillismo en Madrid arrancaba desde Las Tablas en dirección al parking T123 de bajo coste de Aena. Aquel en el que no nos permitieron el acceso debido a que estaban asfaltando el suelo de la entrada en ese momento, y donde un operario, que al parecer pensaba que los horarios de salida de los aviones los puede gestionar uno personalmente desde el móvil, nos indicaba hacia el lado opuesto de la entrada al parking, diciéndonos que esperásemos allí aparcados y cuando se secase la carretera podríamos entrar…Tras una intensa charla imperó la lógica y logramos acceder al parking.Después de abandonar el coche y caminar casi un kilometro con la suela de nuestros botines bien agarrada a una carretera que andaba recién asfaltada gracias a nuestro querido amigo y sus secuaces, divisamos por fin las puertas de la Terminal 1 del aeropuerto Adolfo Suárez. Ahí accedimos rápidamente para pasar el pertinente control de equipaje, donde procederían a retirarnos algunos de nuestros enseres personales amablemente, no fuese a ser que portásemos una bomba en nuestros respectivos desodorante y perfume…
El vuelo fue muy tranquilo, siendo la hora que era, prácticamente todo el que viajaba en nuestro avión se dedicó a dormir un rato, nosotros también, aún nos quedaba un día muy largo por delante.
Nos despertamos con el aterrizaje de nuestro avión al pisar el suelo de Santiago.
En las puertas del anteriormente conocido como Aeropuerto de Lavacolla nos esperaba mi suegro para recogernos y llevarnos hasta Cuntis, un pequeño pero enorme pueblo, situado a mitad de camino entre Santiago y Pontevedra, y a unos 45 minutos en coche de nuestro destino, Vigo.
Nuestra primera parada en el camino se produjo en la Peña Celtista Cuntiense, donde además de tomar un café, sacamos la primera fotografía del viaje.
Después del desayuno y aprovechando la hospitalidad de mi familia gallega, decidimos descansar un rato antes de arrancar hacia Vigo, nadie sabía que podría pasar a lo largo de todo el día y era mejor estar preparado para la ocasión.
Fue menos de una hora lo que descansamos, pero entre eso y el bocata de medio metro de chorizo casero que mi suegra nos preparó al levantarnos, estábamos con todas las pilas a tope para arrancar, no antes sin tomarnos las primeras 'estrellas' del día, esas que nos acompañarían a lo largo de este viaje.
A las doce de la mañana en punto cogimos el coche y partimos.
Llegamos a Vigo, dejamos el coche por la zona del puerto, con la idea de dar un paseo por el centro, encontrar al resto de sevillistas desplazados y tomar algo antes de poner rumbo a Balaidos. Quedamos con alguno de ellos en el Mercado A Pedra, no sin antes parar en el bar que colindaba con nuestro vehículo, tomarnos una ‘estrella’, acompañada de una exquisita tortilla, y mantener una charla bastante entretenida con el dueño del bar, que para indicarnos como llegar andando al anterior nombrado mercado y tras decirnos que se tardaba dos minutos, nos lo pinto de la siguiente manera:
“Nada más salir del bar tiráis a la izquierda hasta que lleguéis al puerto, ahí volvéis a coger de nuevo a la izquierda y todo recto todo recto hasta que lleguéis a una rotonda. En la rotonda seguís recto hasta que lleguéis a otra rotonda, en la cual encontrareis de frente una alameda, la atravesáis y llegaréis a un centro comercial, donde veréis un Media Markt. Enfrente de esta tienda veréis unas escaleras muy empinadas, las subís y ahí está el Mercado. Total, son 2 minutitos andando…”
Quique se había perdido a mitad de la explicación y creía que nos estaba mandando para Balaidos ya… Lógico… Dos minutos decía… Evidentemente otro paisano que se encontraba en el bar nos dijo que eran más de 15 minutos andando, por lo que decidimos ir en coche y comprobar que eso estaba más lejos que donde Quique nos ha mandado a jugar al futbol al equipo de la peña…
Cuando llegamos a las proximidades del Mercado decidimos tomar otra ‘estrellita’ en el primer bar que encontramos al bajarnos del coche (esto se estaba volviendo ya tradición…).
Después de que Quique le diese un buen repasito al suelo de este bar con su bufanda y dejarlo impecable decidimos seguir nuestro camino hasta alcanzar por fin el famoso Mercado A Pedra, el cual estaba lleno de sevillistas bebiendo, cantando y comiendo como la ocasión merecía.
Allí pasamos horas rodeados de grandes personas, refrescando nuestras gargantas con buena cerveza y mejor albariño, charlando con unos y otros, entre los que quiero destacar a un grupo de sevillistas, que no nos dejaron movernos de su lado hasta que no habíamos probado la exagerada variedad de comida que habían pedido en su mesa. Y, porque no decirlo, hasta que Quique se comió un rodaballo que decía no poder ni oler pero que estaba exquisito, eso sí, en un intento de salvar de un apuro al presi por poco me quedo en el sitio a base de espinas clavándose mi nuez.
De el Mercado A Pedra partimos a eso de las 15:30h y después de dar un gran paseo por todo Vigo no fuimos capaces de localizar un bar que aún sigo creyendo que no existía. Menos mal que gracias a una de las mujeres que iban en la comitiva, mis ojos mejoraban por el camino, gracias a esas gotitas de lágrima milagrosa, que aunque suene a magia, el que tenga lentillas entenderá de lo que hablo.
Finalmente llegamos a la plaza donde nos acogerían varios furgones de la policía nacional con los brazos abiertos, allí tenían bien controlado a todo el personal.
Allí fue donde nos las dieron todas, cayeron algunas que otras copas, los cánticos se intensificaron de forma considerable hasta que alrededor de las 19:30 echamos a andar, escoltados por las fuerzas de seguridad, ahora sí que si dirección al estadio de Balaidos.
El camino no tuvo nada especial que añadir a esta crónica. La afición no paraba de animar y la gente se quedaba parada a los lados de la carretera de la que nos invitaban a no salir la marcha policial que nos escoltaba.
Llegamos al estadio y comenzó el partido, la afición del Celta no paraba de animar, mientras nosotros soltábamos un pequeño cantico de vez en cuando que no solía pasar de los treinta segundos de duración… ¿Qué pasaba? Ellos iban a por todas y nosotros para bien o para mal estamos ya demasiado acostumbrados a jugar una final. Ya nadie se acuerda de que allá por 2005, prácticamente cuando arranco nuestra escalada (esa que aún continuamos realizando), cuando nos metíamos en una final la gente se tiraba a las calles a celebrarlo, y antes que eso la gente se partía la garganta empujando a su equipo…
En fin, dejando la autocrítica atrás decir que durante el partido en ningún momento se sintió nerviosismo entre nuestros aficionados, ¡no señores!, tampoco después del 2-0, (que me lo han repetido muchas veces durante este fin de semana), más que nada porque en un minuto el partido estaba de nuevo sentenciado. Y tampoco cuando el árbitro después de un gran piscinazo de Guidetti decidió pitar penalti… Menos mal que no expulsó a Sergio porque de haberlo hecho le hubiese dado una alegría a más de uno de nuestra peña, ya que lo perderíamos para la final.
Por lo demás poco que objetar, el campo estaba impracticable y los jugadores de ambos equipo hicieron lo que podían, o sea, nada.
Una vez que el árbitro decidió que el momento de dar el pitido final y empujar al Sevilla a otra final había llegado nuestra afición lo celebró por todo lo alto. Ahí si que se empujó, todo hay que decirlo, aunque me hubiese gustado que lo hubiésemos hecho más durante todo el partido. Los jugadores se acercaron a la grada, donde nos encontrábamos el mayor número de aficionados sevillistas, y entonces fue cuando decidimos jugárnosla, ¡colgamos nuestra famosa pancarta!.
Se me había olvidado decir antes que nos habían prohibido de manera amenazante colgar cualquier tipo de pancarta, algo indignante…Como indignante fue el requisamiento en la entrada al estadio.
Dentro de poco quizás te prohiban llevar la camiseta de tu equipo y si tienes algo relacionado con tu club tatuado en tu cuerpo tampoco se te permitirá el acceso a ningún recinto deportivo…
Pasando de esta gente, continúo con la crónica que viene lo mejor…
Pusimos la pancarta al revés!!!
No puede ser, otra vez!!!
Y si no me doy cuenta yo Quique, todavía coaccionado porque unos hinchas celtiñas casi le tiran grada abajo, ni se entera!!! Con la caña que te ha metido Paco…
Todo el partido sin poder colgar una pancarta y cuando nos arriesgamos 3006€ (como bien se encargo de recordarnos el vigilante) ¡¡¡la ponemos al revés!!!…jajaja.
Estuvo puesta al revés más de cinco minutos, y menos mal que por el momento no han aparecido imágenes que lo refleje (o al menos que hayamos visto).
Menos mal…
La vuelta a casa fue otra odisea, ambos sin batería en el teléfono tuvimos que tirar de memoria e intuición para llegar de nuevo hasta Cuntis, eso sin contar con que la lluvia parecía querer atravesar de frente el cristal del coche y mientras yo conducía, Quique con ‘estrella’ en mano me contaba las canciones que le cantaba a Iratxe, muy grande…
Por fin logramos llegar a nuestro destino, allí donde nos esperaba una cama calentita después de la mojada que nos había caído durante el partido. No sin antes hacer nuestra última parada, para terminar otro gran día para el sevillismo donde lo comenzamos, en la Peña Celtista Cuntiense.
UNA VEZ MAS LO HABÍAMOS LOGRADO, NUESTRA PEÑA HABÍA REALIZADO ACTO DE PRESENCIA EN OTRO DESPLAZAMIENTO, UNA VEZ MÁS HABÍAMOS RECORRIDO MUCHOS KILÓMETROS Y SUPERADO VARIOS OBSTÁCULOS… SOLO POR TI, SEVILLA F.C!!!
David Suárez.
LAS FOTOS DEL DESPLAZAMIENTO, AQUÍ
http://sevillismoenm...go-on-tour.html
Saludos desde Madrid.