A grandes rasgos, la gestión de una SAD, repito a grandes rasgos, la podemos dividir en tres grandes parcelas, Deportiva, Económica y Social.
Está meridianamente claro que las dos primeras, la deportiva y la económica priman sobre la social, ya que la supervivencia, crecimiento o colapso de la entidad (casos de horchateros y patéticos) dependen en gran medida de estas áreas
Eso no significa que lo que incumbe a lo social (trato con los aficionados, otros clubs, prensa, etc) pueda ser descuidado o maltratado sin consecuencias.
Poca gente negará que la gestión económica del Sevilla en la era de Del Nido es de 10 sobre 10.
En la parcela deportiva, los comienzos del mandato de Del Nido supusieron revertir una situación histórica bastante desalentadora para el sevillismo. Estos éxitos son capaces de tapar cualquier desliz, aún intencionado, que se cometa en la área social.
Es la área social la que provoca críticas más o menos exacerbadas sobre la gestión del Sevilla actual. Ejemplos de situaciones que fundamentan la crítica los hay para todos los gustos (precios, banderas, cierre del foro, reubicación de socios de preferencia, etc, etc).
Es una verdadera lástima que Del Nido no tenga matrícula de honor en su gestión por esto último, si bien, es notorio que se ha rodeado de la peor persona posible para que le ayude en esta área de gestión, si cambiase, seguro que podría mejorar en este aspecto.