Si este año no ha vuelto a enterrar a otro equipo, ha sido por la herencia recibida. Que si hablamos de januzaj, también podemos hablar de en nesyry. Quitando al portero, que lo ha fichado a los dados, porque llevaba cinco años sin jugar y por tanto es imposible que supiera su nivel actual, el resto de fichajes son a cual peor. Ni queriendo se puede acertar menos.
Pero la culpa es de la rata de birmingham.
Hombre culpa tiene y mucha. Los dos últimos años de Monchi a la larga se ha visto que son terroríficos. Este año por suerte hay finalizaciones de contrato pero los Jordan, Januzaj o Mir por ejemplo si no quieren no se van.
Y son una losa que nos pueden hundir mucho.
Dicho esto u Orta se mete en vereda y alguien le supervisa y el entrenador le acota o nos puede dejar una losa aún más gorda. El problema es que no deja de ser un friki, como Maldini o Axel Torres, y puede hasta tener olfato para ver buenos jugadores, pero a lo libre y suelto te monta un circo. Monchi era un tío de furbo, endiosado posiblemente, pero este no, y eso se nota.
Yo lo he defendido pero sinceramente a día de hoy no me fío nada de él después del mercado de invierno. Por eso, para mí, es vital que siga Quique, un tío con muchos palos daos, pero le vende la moto al flipao del Junior de que ha encontrado a un entrenador que ha subido ocho categorías con el Guayaquil y que va a revolucionar el furbo y nos mandan a Segunda en la jornada 17.
En fin, Orta y Junior son los típicos jefecillos de empresa que todos los trabajadores odian porque en vez de atender sus necesidades y darle herramientas para hacer su trabajo están jodiendole el día a día con gilipolleces cosméticas que no sirven para nada y de las que se sienten muy orgullosos.