Y lo peor no es eso sino que las perspectivas para el año que viene son malas. Recuerdo el primer descenso que yo vi en 1997, el de las lágrimas en Oviedo y ese verano antes de empezar la liga teníamos ilusión con el proyecto de Camacho.
Pero es que este verano las previsiones que hay son de estar lejos de montar una plantilla competitiva.
Yo de lo que me acuerdo es que todo comenzó por lo mismo que ahora. Control de las acciones.
Además, en aquel momento, la directiva no formalizó una serie de trámites que eran imprescindibles, según la RFEF y la Liga, y vino el descenso administrativo a 2ª B. Esto despertó el león agazapado: la afición del SFC. Y no pudieron seguir para delante con la decisión.
Aunque, posteriormente, todo desencadenó en el atraco arbitral de las siguientes temporadas, y lo que repercutieron todos esos errores arbitrales.
Teniendo en cuenta que ya se vino la jornada anterior de un robo a mano armada en Bilbao, con la anulación también de un gol por fuera de juego inexistente del Mami Quevedo.
¿Lo que ha cambiado en la afición ahora?
Sigue encaramelizada por los 10 títulos en los últimos 20 años.
En aquella época el SFC llevaba unos 50 años sin ganar un título y vivíamos en la mediocridad absoluta, maquillada por alguna esporádica clasificación para la uefa (en la que jamás se pasó de octavos, hasta la temporada del gol de Puerta), y por tanto había hambre.
La gente del SFC tenemos que despertar y dejarnos ya de historias. El SFC tiene, por obligación, que estar arriba. Y si no está hay que pedir responsabilidades a los directivos/gestores o máximos accionistas, hasta que se tomen decisiones de cambio.
En el SFC no pueden seguir Orta como director deportivo o Jr. y Castro como principales del Consejo de Administración, porque son unos ineptos. Y la gente del SFC tiene que seguir insistiendo en la protesta continuada, porque la ineptitud de estos tipos nos va a mandar a 2ª.