Otra vez la marea roja, por tierra, mar y aire. Sendas con traviesas de hierro, grises pistas de asfalto, cielos expeditos de nubes y mares en calma conducirán a partir de hoy a 35.000 biris desde todas partes de España, Europa y el mundo (viene gente desde muy lejos) por coche, bus, trenes, aviones e incluso ferrys hasta Barcelona para que la hagamos nuestra y para que mañana un Nervión aglutinado en el gol norte del Camp Nou estalle con los nuestros.
Con el escudo en forma de corazón sobre los corazones, con un cerebro que ya no piensa y sólo siente porque es nada más que corazón, con los pulmones en pleno irrigados por el mismo, el Nervión del Camp Nou late ya y su percusión comienza a enseñorearse de todos los caminos que conducen a Barcelona.
El corazón de Nervión estará mañana a más de mil kilómetros del centro del mundo, ávido, hambriento, con sed de gloria, batiendo palmas con arte sin par, cantando como sólo él sabe hacerlo, al ritmo que marquen los tambores de la tribuna baja del gol norte, todo él hecho uno, gigantesco, temible, invencible, un corazón enorme forjado por la unión del suyo propio de los más de 35.000 biris que estarán en Barcelona.
Así latirá de nuevo el corazón de Nervión: a jierro, a marchamartillo, a pilón; sembrando terror y admiración en los ajenos, orgullo en los propios. Cuando lata mañana, dará absolutamente igual que enfrente haya 50.000, como si hubiera 500.000. Nadie puede detener su poderoso e incansable ritmo, nadie puede igualarlo, nadie superarlo.
Cincelado en 105 años de lealtad, en toda una vida llevando el nombre de Sevilla por el mundo con prestancia sin igual. Mañana en todos los corazones sólo una pasión; en todos sólo una voz; sólo un amor: SEVILLA FC.
Mañana, desde hoy ya, a la hora de la verdad, los 35.000 biris de Barcelona levantaremos nuestra montaña de arena, nuestro mar de dunas para callar otras voces y para que en toda España tan solo se escuche el eco del corazón de Nervión, al compás del y Sevilla, Sevilla, Sevilla, AQUÍ ESTAMOS CONTIGO, SEVILLA.
Vamos, vamos todos, vamos con el Sevilla, vamos palante chicos de Nervión.
VIVA EL SEVILLA VIVA EL SEVILLA VIVA EL SEVILLA
Otra vez la marea roja, por tierra, mar y aire. Sendas con traviesas de hierro, grises pistas de asfalto, cielos expeditos de nubes y mares en calma conducirán a partir de hoy a 35.000 biris desde todas partes de España, Europa y el mundo (viene gente desde muy lejos) por coche, bus, trenes, aviones e incluso ferrys hasta Barcelona para que la hagamos nuestra y para que mañana un Nervión aglutinado en el gol norte del Camp Nou estalle con los nuestros.
Con el escudo en forma de corazón sobre los corazones, con un cerebro que ya no piensa y sólo siente porque es nada más que corazón, con los pulmones en pleno irrigados por el mismo, el Nervión del Camp Nou late ya y su percusión comienza a enseñorearse de todos los caminos que conducen a Barcelona.
El corazón de Nervión estará mañana a más de mil kilómetros del centro del mundo, ávido, hambriento, con sed de gloria, batiendo palmas con arte sin par, cantando como sólo él sabe hacerlo, al ritmo que marquen los tambores de la tribuna baja del gol norte, todo él hecho uno, gigantesco, temible, invencible, un corazón enorme forjado por la unión del suyo propio de los más de 35.000 biris que estarán en Barcelona.
Así latirá de nuevo el corazón de Nervión: a jierro, a marchamartillo, a pilón; sembrando terror y admiración en los ajenos, orgullo en los propios. Cuando lata mañana, dará absolutamente igual que enfrente haya 50.000, como si hubiera 500.000. Nadie puede detener su poderoso e incansable ritmo, nadie puede igualarlo, nadie superarlo.
Cincelado en 105 años de lealtad, en toda una vida llevando el nombre de Sevilla por el mundo con prestancia sin igual. Mañana en todos los corazones sólo una pasión; en todos sólo una voz; sólo un amor: SEVILLA FC.
Mañana, desde hoy ya, a la hora de la verdad, los 35.000 biris de Barcelona levantaremos nuestra montaña de arena, nuestro mar de dunas para callar otras voces y para que en toda España tan solo se escuche el eco del corazón de Nervión, al compás del y Sevilla, Sevilla, Sevilla, AQUÍ ESTAMOS CONTIGO, SEVILLA.
Vamos, vamos todos, vamos con el Sevilla, vamos palante chicos de Nervión.
VIVA EL SEVILLA VIVA EL SEVILLA VIVA EL SEVILLA
Así fue, así cumplieron los 35.000 biris, los tenía a mi lado en la grada, al triana, a kalamar, a Le Tissier, al Sr. Ojete, todos de pie, subiéndose en las vallas, reclamando la voz de los demás, uno primero, el otro después, tal y como imaginaba a los otros con los que compartí día en Barcelona, los DonDavor, Cabe, Jorge, Buxtehude, Sevillafc1890, sevillista_del_Juncal, Julen, palanganera, pedreitor, inmagdm, podesta y alguno que otro más.