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OFF-TOPIC: De todo un poco. => De todo un poco... => Mensaje iniciado por: Hispalis Rubens Alba en Marzo 29, 2011, 13:33 Horas
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Hola de nuevo. He bloqueado la encuesta anterior para reabrir una con más opciones y con 5 posibilidades de elección. Así se ajusta más a las demandas foreras.
Quiero saber que evento os emocionó más. No tiene porqué implicar exitos del Sevilla. O bien, pueden ser éxitos del Sevilla que os impresionasen por razones puramente subjetivas aunque no sea el éxito mayor. Deseo demostar la vinculación exclusiva de los sevillistas con los aspectos del club antes que con otras entidades o personas relacionas por nacionalidad o simpatías.
saludos
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Ahí van mis elecciones: las dos uefas, copa con el patético, semifinal con el schalke y supercopa de monaco
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Hola de nuevo. He bloqueado la encuesta anterior para reabrir una con más opciones y con 5 posibilidades de elección. Así se ajusta más a las demandas foreras.
Quiero saber que evento os emocionó más. No tiene porqué implicar exitos del Sevilla. O bien, pueden ser éxitos del Sevilla que os impresionasen por razones puramente subjetivas aunque no sea el éxito mayor. Deseo demostar la vinculación exclusiva de los sevillistas con los aspectos del club antes que con otras entidades o personas relacionas por nacionalidad o simpatías.
saludos
Desde el cariño ;) , estás como una cabra :D , y a poco de que Hwuan te mande con Mortaja :D ;)
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Me faltan poder hacer dos votos.... SuperCopa de España y Copa en el Bernabeu.... :'(
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Desde el cariño ;) , estás como una cabra :D , y a poco de que Hwuan te mande con Mortaja :D ;)
Ya lo sé...pero no sabía que la reedición de encuestas fuese tan limitada. Por eso se ha liao la madeja. Pero todavía me queda para llegar al nivel mortajero. ;D ;D
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Insisto.
El gol de Iñaki Descarga
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Insisto.
El gol de Iñaki Descarga
Deseo concedido ;D ;D
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Deseo concedido ;D ;D
Pero ese gol no nos emocionó, nos hizo miccionar.
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Pero ese gol no nos emocionó, nos hizo miccionar.
a mí me emocionó un poquillo :-[
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El gol del Nico Olivera a Valerio, ese que marcó desde 30 y pico metros
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Parece que de los éxitos del Sevilla, lo que menos emocionó fue la supercopa de España. Pero no se le olvide a nadie los 5 chicharitos en el Cuernabeu ;)
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a mí me emocionó un poquillo :-[
A mi me emocionó mas el
GOL DEL IRUN!!!
Siento que no lo hayais tenido en cuenta para la encuesta :'( :'(
;D ;D ;D ;D ;D
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El golazo de Suker al Olympiacos en el Karaiskakis Stadium ese.
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Ojo se canta gol.
Creen celebrar gol del Irun en el campo del betis y al momento marca el Hercules (Betis-Levante) (http://www.youtube.com/watch?v=Hh-r2hDN24Y#)
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El golazo de Suker al Olympiacos en el Karaiskakis Stadium ese.
Deseo concecido.
(favor sólo a coleguis) ;D ;D
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er gor de aguirre contra mi betin. Aupa Pucela! xd
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Yo he votado dos opciones, la de la 1ª UEFA y la semifinal del Schalke. La semifinal porque significó ver MI pimera final del Sevilla en mi vida y la final de Eindhoven ha sido lo más grande que he visto en mi vida en el mundo del deporte. La ví en la Cartuja y se me saltaron dos lagrimones como el Sánchez Pizjuan de grandes sobre todo con el 2º gol, que ya veía más encarrilada la cosa. No creo que ni ganando la Champions me emocionara más.
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Yo ya he votado.
:D :D :D 8)
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El día que marqué mi primer gol 8) 8) :D :D :D :D :D
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El día que marqué mi primer gol 8) 8) :D :D :D :D :D
Lo sabía.
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Lo sabía.
Tú es que eres muy listo :D :D :D :D ;)
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El codazo de Tassotti a Luís Enrique.
Me gustó mucho, me lo pasé muy bien en ese momento, y el careto ensangrentado del nota mientras reclamaba justicia no lo olvidaré.
Eso de que le roben al que suele robar siempre me ha divertido mucho.
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El codazo de Tassotti a Luís Enrique.
Me gustó mucho, me lo pasé muy bien en ese momento, y el careto ensangrentado del nota mientras reclamaba justicia no lo olvidaré.
Eso de que le roben al que suele robar siempre me ha divertido mucho.
(http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQnpuK8CgMqNM44oHRLnuMNdWdJ63h0_vITEl8Tmq02XPZzjuwf8TrVkFA)
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(http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQnpuK8CgMqNM44oHRLnuMNdWdJ63h0_vITEl8Tmq02XPZzjuwf8TrVkFA)
No me acordaba de ese affaire.
Gracias por recordármelo.
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Uno, pasa que ha viajado mucho con el Sevilla, en las más terribles y penosas condiciones, y hasta hace unos años era para ver.... ¿cómo lo diría? me lo quedo para mí, fueron experiencias que a uno le curten en sevillista. Estudiando en Pamplona viajé mucho para ver al Sevilla en San Mamés, el viejo Atocha, Las Gaunas, La Romareda... una vez fui a ver a nuestro equipo a Zaragoza. Aguanté hasta el final habiendo perdido 8-1, habiendo perdido todas las combinaciones de tren y bus de vuelta a Pamplona y teniendo que dormir en la estación hasta que me echaron y en un cajero hasta el resto de la noche.
Y no me pesó para hacer más viajes, para renovar impenitentemente un abono, para cantar goles que no conducían a nada nunca en el Bernabéu o en tantos campos.
Así que me emocionó el ascenso a Primera en el 75, el empate ante el Madrid que nos "coló" el no gol de Breitner, los triunfos habituales ante el betin en Nervión por los 70 y 80 y muchas victorias en los Bermejales, así, tirando, emocionándome con la remontada ante el PAOK que no pude ver, o con el gol de Suker frente a Olympiakos, o el de Tsartas in situ en la Rosaleda en la última jornada de Liga que me llevó después a Villarreal y una calurosísima noche sevillana con aquel gol de Quevedo...
La remontada aquella ante el Barsa...
Sí, me emocionaron. Bastante.
Pero llegó aquello de Gelserkirchen. Costaba el abono en gol aquella temporada 295 € y me embarqué en la ida a aquel partido que me costó más que el abono, y todo ello para 20 horas metido en aviones y buses, un rato en un pueblo alemán y un par de horas largas en el estadio, pero viví la colina de Gelserkirchen, vivi la escena de aquel bus que no podía avanzar, vi coronado aquel promontorio por miles de carmesíes del Cien, por un gigantesco corazón.
Y aquello me emocionó sobremanera.
Como lo hizo aquel Nervión de la tarde noche del San Jueves de Feria del 27 de abril de 2006 y aquel gol del minuto 100 del año 100 que ninguno habré cantado con más fuerza en mi vida, ni antes ni después. Y me emocioné señalando también al cielo con mis amigos de siempre, con los que llevaba una vida en aquel gol sur cantando goles que a la postre casi nunca llevaban a ninguna parte o a una alegría que no fuera pasajera, aunque casi todos los retenga en la mente.
Y apenas unos días después, en Eindhoven (el lugar que pronostiqué con meses de antelación), con un pedazo de paliza de viaje acompañado por personas que son de las que más quiero y que ni siquiera teníamos viaje juntos, que hubimos de irnos reencontrando por aeropuertos europeos, dormitar mal que bien en ellos para llegar reunidos a Holanda.
Y aquella tarde, y aquel gol de Luisfa, y el de Maresca, y más Maresca y Kanouté sin poder gritarlo ya, abrazado al compañero suko con quien coincidí como vecino de localidad y viajando a cada uno de ellos adonde tenían sus asientos los míos, que siendo cerca era como el cielo, pues no lo imaginaba de otra forma. Y también me emocioné.
Como lo hice en Mónaco en un inolvidable viaje lleno de peripecias con el amigo koronilla, cómo no estaría que hasta mangué una banderita que la UEFA tenía colgada por allí y cómo me emocionó aquella final ganada contra viento y marea cuando pocos apostaban por nosotros.
O en tantas semifinales y finales, porque pude ir, por ejemplo, a las semifinales uefa contra Osasuna en Pamplona, pero no pude acompañar al equipo a Glasgow disfrutándolo aquí en Sevilla en la intimidad de casa casi tanto como había celebrado emocionado cierto gol de San Andrés en la lejana Ucrania.
O la que emoción que me embargó en Villa Mari para cantar junto a koronilla y triana_es_rojiblanca el gol de Kanouté que enmudeció una gigantesca pocilga y lugar de berrea nunca mejor dicho. O después en La Coruña en la antesala del emocionante viaje con el que el sevillismo llegado de tantísimos sitios tomó Madrid al asalto durante tres días.
O la marcha de Antonio Puerta, quizás lo que más me haya emocionado en mi vida deportiva y eso que me cogió a 8.000 kilómetros de aquí, espectador impotente y lejano, doliente.
O el espectáculo de Palop ante el Barsa y ante el Getafe para meternos en la final más emocionante en el día en que dimos el callo en la ciudad condal frente a las hordas patéticas. La emoción que me invadió durante la interminable carrera de Jesús Navas para dar lugar a una explosión descomunal abrazado a mi familia y mis amigos foreros allá en las gradas del Campo Nuevo.
O la que me mantenía en vilo incluso en el partido de vuelta de semifinales frente al Madrid. Y tantos otros que se me han pasado porque imposible sería enumerarlos todos.
Hablando del Sevilla... ¿será por emociones? Será por emociones cuando el sentimiento aflora y se hace perceptible en multitud de detalles, en las viejas entradas para enmarcar, en las conversaciones donde se amontonan las experiencias... hablando del Sevilla.
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tres momentos mas:
-insisto en el gol de Galvan
-la llegada de Maradona
-el gol de Palop
Bueno y viendo que meteis en el saco cosas de la seleccion,yo pondria el oscar a penelope cruz y la inauguracion de los jj.oo. Barça '92 con los manolos y el tricicle ;)
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-el gol de Palop
El gol de Palop fue la... la polla, por decirlo mal y pronto.
Recibí sms's de amigos verderones (les honra el haberlo reconocido) en el que se podía leer: "Hijo de puta. Gol de Palop. Esto es increíble", sin más :D, mientras me desgañitaba asomado por el balcón, del que casi me caigo ese día, pero daba igual.
Gracias, Sevilla.
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Semifinal del Sevilla contra el Schalke sin duda. Dudo que algún día grite más un gol que ese. Luego todos los otros títulos. El de la selección fue una gran alegría, pero muy pequeña comparado con los éxitos de nuestro Sevilla
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Uno, pasa que ha viajado mucho con el Sevilla, en las más terribles y penosas condiciones, y hasta hace unos años era para ver.... ¿cómo lo diría? me lo quedo para mí, fueron experiencias que a uno le curten en sevillista. Estudiando en Pamplona viajé mucho para ver al Sevilla en San Mamés, el viejo Atocha, Las Gaunas, La Romareda... una vez fui a ver a nuestro equipo a Zaragoza. Aguanté hasta el final habiendo perdido 8-1, habiendo perdido todas las combinaciones de tren y bus de vuelta a Pamplona y teniendo que dormir en la estación hasta que me echaron y en un cajero hasta el resto de la noche.
Y no me pesó para hacer más viajes, para renovar impenitentemente un abono, para cantar goles que no conducían a nada nunca en el Bernabéu o en tantos campos.
Así que me emocionó el ascenso a Primera en el 75, el empate ante el Madrid que nos "coló" el no gol de Breitner, los triunfos habituales ante el betin en Nervión por los 70 y 80 y muchas victorias en los Bermejales, así, tirando, emocionándome con la remontada ante el PAOK que no pude ver, o con el gol de Suker frente a Olympiakos, o el de Tsartas in situ en la Rosaleda en la última jornada de Liga que me llevó después a Villarreal y una calurosísima noche sevillana con aquel gol de Quevedo...
La remontada aquella ante el Barsa...
Sí, me emocionaron. Bastante.
Pero llegó aquello de Gelserkirchen. Costaba el abono en gol aquella temporada 295 € y me embarqué en la ida a aquel partido que me costó más que el abono, y todo ello para 20 horas metido en aviones y buses, un rato en un pueblo alemán y un par de horas largas en el estadio, pero viví la colina de Gelserkirchen, vivi la escena de aquel bus que no podía avanzar, vi coronado aquel promontorio por miles de carmesíes del Cien, por un gigantesco corazón.
Y aquello me emocionó sobremanera.
Como lo hizo aquel Nervión de la tarde noche del San Jueves de Feria del 27 de abril de 2006 y aquel gol del minuto 100 del año 100 que ninguno habré cantado con más fuerza en mi vida, ni antes ni después. Y me emocioné señalando también al cielo con mis amigos de siempre, con los que llevaba una vida en aquel gol sur cantando goles que a la postre casi nunca llevaban a ninguna parte o a una alegría que no fuera pasajera, aunque casi todos los retenga en la mente.
Y apenas unos días después, en Eindhoven (el lugar que pronostiqué con meses de antelación), con un pedazo de paliza de viaje acompañado por personas que son de las que más quiero y que ni siquiera teníamos viaje juntos, que hubimos de irnos reencontrando por aeropuertos europeos, dormitar mal que bien en ellos para llegar reunidos a Holanda.
Y aquella tarde, y aquel gol de Luisfa, y el de Maresca, y más Maresca y Kanouté sin poder gritarlo ya, abrazado al compañero suko con quien coincidí como vecino de localidad y viajando a cada uno de ellos adonde tenían sus asientos los míos, que siendo cerca era como el cielo, pues no lo imaginaba de otra forma. Y también me emocioné.
Como lo hice en Mónaco en un inolvidable viaje lleno de peripecias con el amigo koronilla, cómo no estaría que hasta mangué una banderita que la UEFA tenía colgada por allí y cómo me emocionó aquella final ganada contra viento y marea cuando pocos apostaban por nosotros.
O en tantas semifinales y finales, porque pude ir, por ejemplo, a las semifinales uefa contra Osasuna en Pamplona, pero no pude acompañar al equipo a Glasgow disfrutándolo aquí en Sevilla en la intimidad de casa casi tanto como había celebrado emocionado cierto gol de San Andrés en la lejana Ucrania.
O la que emoción que me embargó en Villa Mari para cantar junto a koronilla y triana_es_rojiblanca el gol de Kanouté que enmudeció una gigantesca pocilga y lugar de berrea nunca mejor dicho. O después en La Coruña en la antesala del emocionante viaje con el que el sevillismo llegado de tantísimos sitios tomó Madrid al asalto durante tres días.
O la marcha de Antonio Puerta, quizás lo que más me haya emocionado en mi vida deportiva y eso que me cogió a 8.000 kilómetros de aquí, espectador impotente y lejano, doliente.
O el espectáculo de Palop ante el Barsa y ante el Getafe para meternos en la final más emocionante en el día en que dimos el callo en la ciudad condal frente a las hordas patéticas. La emoción que me invadió durante la interminable carrera de Jesús Navas para dar lugar a una explosión descomunal abrazado a mi familia y mis amigos foreros allá en las gradas del Campo Nuevo.
O la que me mantenía en vilo incluso en el partido de vuelta de semifinales frente al Madrid. Y tantos otros que se me han pasado porque imposible sería enumerarlos todos.
Hablando del Sevilla... ¿será por emociones? Será por emociones cuando el sentimiento aflora y se hace perceptible en multitud de detalles, en las viejas entradas para enmarcar, en las conversaciones donde se amontonan las experiencias... hablando del Sevilla.
¿Y no te emocionó aquella fría y lluviosa mañana de derbi sevillano, del día 19 de noviembre de 2005, donde un grupo de amigos sevillistas, liderados por genio sevillista, quedaron a las 9:00 de la mañana en los aledaños del Ramón Sánchez Pizjuán, y prepararon decenas de banderas entrelazadas para posteriormente y tras una larga caminata bajo la lluvia subir, con total y absoluto respeto, a la Giralda de nuestra ciudad (verá solo a un equipo ganar...), y a la hora estipulada colgarlas en cada lado de nuestro precioso monumento para sorpresa de todos?
Recuerdo que fue el día perfecto, sentimientos sevillistas como hace tiempo que no vivo, donde formábamos un gran grupo, chavales y no tan chavales, que se reunían de forma altruista por un sentimiento.
Y para remate el partido, donde ganamos por 1-0 gol de penalti (Maresca) y jugando con 10 desde el minuto 24 (tras expulsión de J. Navarro) y con 9 los últimos 5-6 minutos... y el betin de nuevo, hincando la rodilla en la Bombonera de Nervión. :P :P
Es uno más de tantos recuerdos que nos deja este Sevilla F.C. y espero que vengan muchos más, aunque dudo que sean como los que vivimos hace 6-7 años.
Un abrazo!
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El codazo de Tassotti a Luís Enrique.
Me gustó mucho, me lo pasé muy bien en ese momento, y el careto ensangrentado del nota mientras reclamaba justicia no lo olvidaré.
Eso de que le roben al que suele robar siempre me ha divertido mucho.
No puedo estar más de acuerdo.
Luis Enrique ha sido uno de los mayores cerdos que ha habido en el fútbol.
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¿Y no te emocionó aquella fría y lluviosa mañana de derbi sevillano, del día 19 de noviembre de 2005, donde un grupo de amigos sevillistas, liderados por genio sevillista, quedaron a las 9:00 de la mañana en los aledaños del Ramón Sánchez Pizjuán, y prepararon decenas de banderas entrelazadas para posteriormente y tras una larga caminata bajo la lluvia subir, con total y absoluto respeto, a la Giralda de nuestra ciudad (verá solo a un equipo ganar...), y a la hora estipulada colgarlas en cada lado de nuestro precioso monumento para sorpresa de todos?
Recuerdo que fue el día perfecto, sentimientos sevillistas como hace tiempo que no vivo, donde formábamos un gran grupo, chavales y no tan chavales, que se reunían de forma altruista por un sentimiento.
Y para remate el partido, donde ganamos por 1-0 gol de penalti (Maresca) y jugando con 10 desde el minuto 24 (tras expulsión de J. Navarro) y con 9 los últimos 5-6 minutos... y el betin de nuevo, hincando la rodilla en la Bombonera de Nervión. :P :P
Es uno más de tantos recuerdos que nos deja este Sevilla F.C. y espero que vengan muchos más, aunque dudo que sean como los que vivimos hace 6-7 años.
Un abrazo!
Cierto, bonito y emocionante recuerdo. También algo cargante para mis gemelos por gentileza de Yosiun ;)
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Uno, pasa que ha viajado mucho con el Sevilla, en las más terribles y penosas condiciones, y hasta hace unos años era para ver.... ¿cómo lo diría? me lo quedo para mí, fueron experiencias que a uno le curten en sevillista. Estudiando en Pamplona viajé mucho para ver al Sevilla en San Mamés, el viejo Atocha, Las Gaunas, La Romareda... una vez fui a ver a nuestro equipo a Zaragoza. Aguanté hasta el final habiendo perdido 8-1, habiendo perdido todas las combinaciones de tren y bus de vuelta a Pamplona y teniendo que dormir en la estación hasta que me echaron y en un cajero hasta el resto de la noche.
Y no me pesó para hacer más viajes, para renovar impenitentemente un abono, para cantar goles que no conducían a nada nunca en el Bernabéu o en tantos campos.
Así que me emocionó el ascenso a Primera en el 75, el empate ante el Madrid que nos "coló" el no gol de Breitner, los triunfos habituales ante el betin en Nervión por los 70 y 80 y muchas victorias en los Bermejales, así, tirando, emocionándome con la remontada ante el PAOK que no pude ver, o con el gol de Suker frente a Olympiakos, o el de Tsartas in situ en la Rosaleda en la última jornada de Liga que me llevó después a Villarreal y una calurosísima noche sevillana con aquel gol de Quevedo...
La remontada aquella ante el Barsa...
Sí, me emocionaron. Bastante.
Pero llegó aquello de Gelserkirchen. Costaba el abono en gol aquella temporada 295 € y me embarqué en la ida a aquel partido que me costó más que el abono, y todo ello para 20 horas metido en aviones y buses, un rato en un pueblo alemán y un par de horas largas en el estadio, pero viví la colina de Gelserkirchen, vivi la escena de aquel bus que no podía avanzar, vi coronado aquel promontorio por miles de carmesíes del Cien, por un gigantesco corazón.
Y aquello me emocionó sobremanera.
Como lo hizo aquel Nervión de la tarde noche del San Jueves de Feria del 27 de abril de 2006 y aquel gol del minuto 100 del año 100 que ninguno habré cantado con más fuerza en mi vida, ni antes ni después. Y me emocioné señalando también al cielo con mis amigos de siempre, con los que llevaba una vida en aquel gol sur cantando goles que a la postre casi nunca llevaban a ninguna parte o a una alegría que no fuera pasajera, aunque casi todos los retenga en la mente.
Y apenas unos días después, en Eindhoven (el lugar que pronostiqué con meses de antelación), con un pedazo de paliza de viaje acompañado por personas que son de las que más quiero y que ni siquiera teníamos viaje juntos, que hubimos de irnos reencontrando por aeropuertos europeos, dormitar mal que bien en ellos para llegar reunidos a Holanda.
Y aquella tarde, y aquel gol de Luisfa, y el de Maresca, y más Maresca y Kanouté sin poder gritarlo ya, abrazado al compañero suko con quien coincidí como vecino de localidad y viajando a cada uno de ellos adonde tenían sus asientos los míos, que siendo cerca era como el cielo, pues no lo imaginaba de otra forma. Y también me emocioné.
Como lo hice en Mónaco en un inolvidable viaje lleno de peripecias con el amigo koronilla, cómo no estaría que hasta mangué una banderita que la UEFA tenía colgada por allí y cómo me emocionó aquella final ganada contra viento y marea cuando pocos apostaban por nosotros.
O en tantas semifinales y finales, porque pude ir, por ejemplo, a las semifinales uefa contra Osasuna en Pamplona, pero no pude acompañar al equipo a Glasgow disfrutándolo aquí en Sevilla en la intimidad de casa casi tanto como había celebrado emocionado cierto gol de San Andrés en la lejana Ucrania.
O la que emoción que me embargó en Villa Mari para cantar junto a koronilla y triana_es_rojiblanca el gol de Kanouté que enmudeció una gigantesca pocilga y lugar de berrea nunca mejor dicho. O después en La Coruña en la antesala del emocionante viaje con el que el sevillismo llegado de tantísimos sitios tomó Madrid al asalto durante tres días.
O la marcha de Antonio Puerta, quizás lo que más me haya emocionado en mi vida deportiva y eso que me cogió a 8.000 kilómetros de aquí, espectador impotente y lejano, doliente.
O el espectáculo de Palop ante el Barsa y ante el Getafe para meternos en la final más emocionante en el día en que dimos el callo en la ciudad condal frente a las hordas patéticas. La emoción que me invadió durante la interminable carrera de Jesús Navas para dar lugar a una explosión descomunal abrazado a mi familia y mis amigos foreros allá en las gradas del Campo Nuevo.
O la que me mantenía en vilo incluso en el partido de vuelta de semifinales frente al Madrid. Y tantos otros que se me han pasado porque imposible sería enumerarlos todos.
Hablando del Sevilla... ¿será por emociones? Será por emociones cuando el sentimiento aflora y se hace perceptible en multitud de detalles, en las viejas entradas para enmarcar, en las conversaciones donde se amontonan las experiencias... hablando del Sevilla.
Y a mi me a emocionado mucho tu post. Tan identificado me he sentido que me parecía estar viviendo lo que ibas contando. Un saludo.
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Seré muy concreto. Personalmente para mi el gol de Puerta.
Marcó y ya sabía que habíamos ganado la copa de la uefa. Era esa sensación. Hubiera jugado una mexcla del mejor brasil con el barça actual que hubiéramos ganado esa copa.
Era nuestra, por derecho.
Esa noche de feria fue inolvidable.
Y otro momento que jamás olvidaré fue la copa contra el getafe que tuve que ver un bar, me cogí un autobus solo desde valencia donde vivía hasta Madrid y allí no hice mas que encontrarme amigos durante el día.
El gol...pfff yo lo defino como la locura.
Cuando llamé a mi padre desde madrid con el movil mi padre rompió a llorar, estaba en una boda y lo único que le pude decir que es nos habiamos llevado la copa para casa.
Para mi son los dos momentos mas especiales deportivamente.
La segunda uefa: Palop y la noche que pase ese día no la puedo olvidar...
También como dice nodo he llorado de emoción viendo a mi Sevilla subir ante el villareal. O aquella remontada al barça que ganamos 3 a 2. El partido lo ganó la gente. No había para mas sobre el cesped. Fue increible.
El derby en el que el entrenador del betin nos dijo que eramos un sparring y les metimos 3 - 0..pff que manera de disfrutar.
Tambien guardo con mucho cariño la segunda copa del rey, no pude ir pero el segundo gol de navas...para mi fue la vendetta perfecta.
Todo lo que le habiamos aguantado a esa afición esos canticos a nuestro antonio, y fue.. en donde quisieron, cuando quisieron y ganamos como nos merecimos.
Como se fundían los jugadores con la gente en un abrazo, es un momento muy emocionante para mi, que crecí con historias de mi familia que me contaban como el atletico nos virló una liga en el sanchez pizjuan. Ese balón nunca salió..y entro con el gol de navas.
Nuestra afición aparte de el amor que tiene a su equipo, es una afición que ha sufrido mucho, pero mucho, tanto como para emocionarse con cada copa, con cada momento de gloria luchado hasta la ultima gota de sudor.
Es dificil decir, estos son ahora mismo los que yo recuerdo personalmente como mis mejores momentos en acontecimientos deportivos.