Después de leer la crónica de Sevillismo en Madrid, observo que, mientras, por ejemplo, los alemanes del Borussia se acercaron a saludar a su afición ANTES del pitido inicial del partido del jueves, los nuestros no fueron capaces de acercarse a saludar a gente que se había recorrido media España (o España entera los que fueron desde Sevilla). Vergonzoso.