Del partido no tengo ganas de hablar. El peor en mucho tiempo, y eso que nos hemos tragado varios truños.
Por destacar algo, que al menos me hizo gracia, la pantomima del descanso. Creía que lo había visto todo, pero no, un tipo con un micrófono me intentó vender un seguro de vida desde el centro del campo. Surrealista. Una mezcla, de vergüenza ajena y risa.
Puro estilo betin, del BBVA claro, que supongo que el Sevilla ni pincha ni corta en estas historias.