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#Alavés vs. S.F.C.
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Amigo Cornelio, con cuanta alegría te había pedido saber algo de RAMONÍ, en una de las revistas de Football Club se editó una pequeña biografía de QUE FUE DE....., pero no le podido encontrar, ahora al enterarme de que anda algo delicado apenas si tengo ánimo para contarla pero sé que sus hijos y nietos y a su mujer les dará alegría.Primero decir como Paco Gandía que en NERVION, junto con el Niño de Oro, teniamos el mejor jugador de todo el futbol español que no era otro que Ramoní.Corria el año 1951, el que esto escribe acababa de ganar unas oposiciones (casi ná) él era un grandisimo jugador de Primera División con aires de internacional, yo en uno de la Local sevillana, el Santiago CF la mayoria jugadores que vivian en el Corral del Conde, con esa diferencia tan abismal siempre tenía ese talante de cercanía para con nosotros. En la Rinconera que existía en la calle Imperial había un zapatero "Enrique" que se canturreaba por Antonio Mairena como los propios angeles y allí que estábamos en ese cuchitri de arreglo de zapatos ( entonces se llamaba zapatería) el mejor medio derecha que ha vestido de blanco y uno que apenas era titular en la local sevillana. Gracias Ramón por los momentos tan dichosos que me hicistes vivir, a tu familia toda, que sepa que este sevillano en agradecimiento le desea la mayor felicidad a todos. Un abrazo Ramón.
Puchades[/color] como trabajador incansable. Un fuerte abrazo Ramón.
Hoy he recibido la Revista nº. 40 de FOOTBALLCLUB con un reportaje titulado " Generaciones de Champions" Los grandes nunca se fueron del todo donde apareces junto a Manolo Jimenez y Reyes".Y unas fotos de aquel equipo que tantas tardes de alegrias nos disteis a todos los sevillistas.Sepas que uno de los que poblabamos aquel viejo NERVION siempre te recordará como el mejor medio que ha visto; tú de ingeniero, Puchades como trabajador incansable. Un fuerte abrazo Ramón.
Ha hecho usté que se me salten dos lagrimones como melones, Don Triaca. Me ha retrotraído usté a mi infancia con ése Ramoní haciendo arabescos con el balón en los pies y esa sonrisa socarrona que tenía siempre grabada en los labios el joío ''Moro''. Tampoco era manco en repartir estopa nuestro medio diestro, pero también recibía lo suyo; en un partido ante el Zaragoza se dio las suyas y las de un pulpo con un tal Estiragués, furgolista que se subía las calzonas hasta hacerse ''sobaúras'' en los sobacos. Ahora, si existe algo en el más allá, -para las leyendas del Sevilla seguro que lo hay-, tiene nuestro Ramoní la oportunidad de seguir viéndoselas tiesas con el durísimo Estiragués. Y lo que me ha matao ha sío lo del Corral del Conde, donde mi padre tenía un amigo, Pepe ''El Rubio'' se llamaba, fino pintor de brocha gorda, del que guardo un imborrable recuerdo por su bonhomía y honestidad. Han pasado ya casi sesenta años desde que no he vuelto a vivir en Sevilla, pero nunca olvidaré el portal del Corral del Conde ni las exquisitas tapitas del Bar Imperial (ahora no recuerdo si estaba allí en la misma calle Santiago o era el del Arenal junto con el bar de Manolo González y sus inigualables ''soldaítos de Pavía''-, que nos sabían a gloria aunque en el ''picaíllo'' era toda una hazaña encontrar un trocito de escabeche. Un abrazo, mi viejo y desconocido amigo Don Triaca.