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#Alavés vs. S.F.C.
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Lo sabía.
El codazo de Tassotti a Luís Enrique.Me gustó mucho, me lo pasé muy bien en ese momento, y el careto ensangrentado del nota mientras reclamaba justicia no lo olvidaré.Eso de que le roben al que suele robar siempre me ha divertido mucho.
-el gol de Palop
Uno, pasa que ha viajado mucho con el Sevilla, en las más terribles y penosas condiciones, y hasta hace unos años era para ver.... ¿cómo lo diría? me lo quedo para mí, fueron experiencias que a uno le curten en sevillista. Estudiando en Pamplona viajé mucho para ver al Sevilla en San Mamés, el viejo Atocha, Las Gaunas, La Romareda... una vez fui a ver a nuestro equipo a Zaragoza. Aguanté hasta el final habiendo perdido 8-1, habiendo perdido todas las combinaciones de tren y bus de vuelta a Pamplona y teniendo que dormir en la estación hasta que me echaron y en un cajero hasta el resto de la noche.Y no me pesó para hacer más viajes, para renovar impenitentemente un abono, para cantar goles que no conducían a nada nunca en el Bernabéu o en tantos campos.Así que me emocionó el ascenso a Primera en el 75, el empate ante el Madrid que nos "coló" el no gol de Breitner, los triunfos habituales ante el betin en Nervión por los 70 y 80 y muchas victorias en los Bermejales, así, tirando, emocionándome con la remontada ante el PAOK que no pude ver, o con el gol de Suker frente a Olympiakos, o el de Tsartas in situ en la Rosaleda en la última jornada de Liga que me llevó después a Villarreal y una calurosísima noche sevillana con aquel gol de Quevedo...La remontada aquella ante el Barsa...Sí, me emocionaron. Bastante.Pero llegó aquello de Gelserkirchen. Costaba el abono en gol aquella temporada 295 € y me embarqué en la ida a aquel partido que me costó más que el abono, y todo ello para 20 horas metido en aviones y buses, un rato en un pueblo alemán y un par de horas largas en el estadio, pero viví la colina de Gelserkirchen, vivi la escena de aquel bus que no podía avanzar, vi coronado aquel promontorio por miles de carmesíes del Cien, por un gigantesco corazón.Y aquello me emocionó sobremanera.Como lo hizo aquel Nervión de la tarde noche del San Jueves de Feria del 27 de abril de 2006 y aquel gol del minuto 100 del año 100 que ninguno habré cantado con más fuerza en mi vida, ni antes ni después. Y me emocioné señalando también al cielo con mis amigos de siempre, con los que llevaba una vida en aquel gol sur cantando goles que a la postre casi nunca llevaban a ninguna parte o a una alegría que no fuera pasajera, aunque casi todos los retenga en la mente.Y apenas unos días después, en Eindhoven (el lugar que pronostiqué con meses de antelación), con un pedazo de paliza de viaje acompañado por personas que son de las que más quiero y que ni siquiera teníamos viaje juntos, que hubimos de irnos reencontrando por aeropuertos europeos, dormitar mal que bien en ellos para llegar reunidos a Holanda.Y aquella tarde, y aquel gol de Luisfa, y el de Maresca, y más Maresca y Kanouté sin poder gritarlo ya, abrazado al compañero suko con quien coincidí como vecino de localidad y viajando a cada uno de ellos adonde tenían sus asientos los míos, que siendo cerca era como el cielo, pues no lo imaginaba de otra forma. Y también me emocioné.Como lo hice en Mónaco en un inolvidable viaje lleno de peripecias con el amigo koronilla, cómo no estaría que hasta mangué una banderita que la UEFA tenía colgada por allí y cómo me emocionó aquella final ganada contra viento y marea cuando pocos apostaban por nosotros.O en tantas semifinales y finales, porque pude ir, por ejemplo, a las semifinales uefa contra Osasuna en Pamplona, pero no pude acompañar al equipo a Glasgow disfrutándolo aquí en Sevilla en la intimidad de casa casi tanto como había celebrado emocionado cierto gol de San Andrés en la lejana Ucrania.O la que emoción que me embargó en Villa Mari para cantar junto a koronilla y triana_es_rojiblanca el gol de Kanouté que enmudeció una gigantesca pocilga y lugar de berrea nunca mejor dicho. O después en La Coruña en la antesala del emocionante viaje con el que el sevillismo llegado de tantísimos sitios tomó Madrid al asalto durante tres días.O la marcha de Antonio Puerta, quizás lo que más me haya emocionado en mi vida deportiva y eso que me cogió a 8.000 kilómetros de aquí, espectador impotente y lejano, doliente. O el espectáculo de Palop ante el Barsa y ante el Getafe para meternos en la final más emocionante en el día en que dimos el callo en la ciudad condal frente a las hordas patéticas. La emoción que me invadió durante la interminable carrera de Jesús Navas para dar lugar a una explosión descomunal abrazado a mi familia y mis amigos foreros allá en las gradas del Campo Nuevo.O la que me mantenía en vilo incluso en el partido de vuelta de semifinales frente al Madrid. Y tantos otros que se me han pasado porque imposible sería enumerarlos todos. Hablando del Sevilla... ¿será por emociones? Será por emociones cuando el sentimiento aflora y se hace perceptible en multitud de detalles, en las viejas entradas para enmarcar, en las conversaciones donde se amontonan las experiencias... hablando del Sevilla.
¿Y no te emocionó aquella fría y lluviosa mañana de derbi sevillano, del día 19 de noviembre de 2005, donde un grupo de amigos sevillistas, liderados por genio sevillista, quedaron a las 9:00 de la mañana en los aledaños del Ramón Sánchez Pizjuán, y prepararon decenas de banderas entrelazadas para posteriormente y tras una larga caminata bajo la lluvia subir, con total y absoluto respeto, a la Giralda de nuestra ciudad (verá solo a un equipo ganar...), y a la hora estipulada colgarlas en cada lado de nuestro precioso monumento para sorpresa de todos?Recuerdo que fue el día perfecto, sentimientos sevillistas como hace tiempo que no vivo, donde formábamos un gran grupo, chavales y no tan chavales, que se reunían de forma altruista por un sentimiento.Y para remate el partido, donde ganamos por 1-0 gol de penalti (Maresca) y jugando con 10 desde el minuto 24 (tras expulsión de J. Navarro) y con 9 los últimos 5-6 minutos... y el betin de nuevo, hincando la rodilla en la Bombonera de Nervión. Es uno más de tantos recuerdos que nos deja este Sevilla F.C. y espero que vengan muchos más, aunque dudo que sean como los que vivimos hace 6-7 años.Un abrazo!