Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad... Por fortuna, cabría decir en este gozoso caso... pues lo que a mí me costó casi quince años de convalecencia, el Toto Berizzo ha tenido la fortuna de resolverlo en poco más de dos meses.
No cabe más que felicitarnos como parte integrante de la especie humana, cuyo ingenio hace posible que una enfermedad tan peligrosa como el cáncer sea resuelta con tanta diligencia rayana en el milagro
En estas fechas se celebraba ''el día internacional del cáncer'' mientras que los mismos que hurtan fondos a la investigación científica para erradicar esta lacra, -que quita de fumar definitivamente a cientos de miles de seres humanos día tras día, mes tras mes y año tras año-, que atribula a toda la humanidad sin distinción de sexo, raza, creencias o cualquier otra consideración, son los que intentan convencernos de que es un justo castigo de la divinidad hacia sus propias criaturas sin caer en la cuenta de que, si es cierto que somos producto de un diseño inteligente, -como se empeñan en decir quienes ya no pueden sostener la fábula del Génesis-, no será menos cierto que ése diseño ha resultado ser fullero en grado sumo, amén de socavar subrepticiamente los medios económicos para ponerlos a disposición de taumaturgos sin escrúpulos los medios que deberían estar dedicados en exclusiva a remediar dolorosas enfermedades... pues, que se sepa, las plegarias y peticiones de milagros no necesitan laboratorios ni instrumentos ''fueraparte'' de los ya establecidos en cada rincón del planeta, -hay más templos que centros de investigación-, con lo que el Undivé de cada cual está ya más que servido.
En fin; que me alegro una jartá de que el Toto Berizzo haya escapado de las pinzas del cangrejo y que su presencia ante tan casquivana divinidad haya sido aplazada ''sine die''.