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#Alavés vs. S.F.C.
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Empate a uno y a los penaltis. Uno de los qué están con Fernando Navarro, con su extremismo de madridista, casi empuja un balón qué han tenido los merengues al final.
¡¡¡VAMOS COÑO, QUE SOMOS EL SEVILLA!!!
Paquito Fernández hace seis años. Tienes buena memoria.
El recientemente terminado Trofeo del Bizconde de la Morena ha venido a demostrar mi teoría de que, si hay cientos de formas distintas de esquilar a un borrico, también debe haberlas para jugar al fúrbol... y que en todas ellas la diosa Fortuna también tiene algo que decir.Nuestros chavales son un equipazo y entraban en las quinielas como uno de los principales candidatos a llevarse el trofeo... sólo la coincidencia de que nos saliese el peor partido ante los del Roba Mandril y que a éstos les saliese el mejor partido posible permitieron que quedásemos eliminados en cuartos.Solo queda animar a nuestros chavales y decirles que ''fúrbol es fúrbol''... y que sigan jugando como saben... y que lo demuestren en la categoría de Infantil A de fúrbol campo.Precisamente, son las creaturitas virdiblancas las que tenemos pegás al culo en la categoría... y ya se vio en dicho trofeo que son propuestas de un fúrbol distinto; el nuestro mas directo y sin alharacas y el de las creaturitas virdiblancas mas elaborado y de sobeteo de balón.Cómo me gustaría vivir en Sevilla y asistir a éste apasionante pugilato entre estilos.Pd: Si alguien tiene grabados algún que otro partido de nuestros chavales, ---que no estén en PlaySFC, digo---, ya está tardando en enlazarlo, que los sevillistas exiliados también tenemos nuestros derechos, ¡coño!.
Pues voy a seguir tirando de memoria, aunque ya no es la que era.Algunos recordaréis a aquel árbitro canario, Merino González, al que nuestro presidente Montes Cabeza calificó como árbitro de cámara del Madrid, tras flagrante robo a nuestro equipo.Pues bien, hoy el impresentable árbitro madrileño Pino Zamorano, cuya historia como árbitro es no menos impresentable, muy bien le cabría aquel calificativo. Porque poner a un árbitro de Madrid a arbitrarnos contra sus paisanos y no contento con ello volver a ponérselo en la final, se me antoja una doble prevaricación.Este árbitro, en su juventud, y a la vista de las malas calificaciones que recibía en su colegio arbitral que le impedían subir de categoría, decidió empadronarse en Castilla-La Mancha y pasarse a su colegio. Así consiguió ser árbitro de primera, donde estuvo varios años haciendo el ridículo, hasta que no tuvieron más remedio que descenderlo a segunda, categoría en la que colgó el silbato.Eso sí, en el torneo Brunete no puede faltar. Es uno de los árbitro de cámara.