Del nido nunca podrá hacer lo q Laporta hizo con Boixos por una serie de razones:
1- Boixos era un grupo hooligans muy cerrado, en el q ellos estaban solos, no habia 1500 personas más con ellos en la grada animando cada partido.
2- Biris Norte tiene el respaldo social de una gran parte de la afición, ya que entrar en Biris es fácil, y animar en la grada y estar en un prepartido con ellos está al alcance de cualquiera..Entrar en el Virgnia(bar d boixos) era algo complicado o algo imposible.
3-Boixos apenas daba calor a su estadio, era más bien conocido solo por los incidentes en las calles. Biris norte además de todos los incidentes conocidos, es el mejor grupo ultra de España en animación y en el estadio.
Con el gran respaldo que tiene Biris a sus espalda es imposible q salgan del estadio, es más fácil que Del Nido acabe marchándose.
Un saludo
Del Nido con sus palabras metió en el mismo saco a muchisima gente que defienden ese nombre..Son los que se pegan 20 horas de viaje en autobuses por todo el país, los que juegue donde el juegue el sevilla siempre hay una representación de afición y el 90% de las veces son ellos...tambien con lo del dinero nos podemos poner demagogos, y decir que si los coches del rocio, que si monchi nada mas que en kone entre traspaso y sueldos sa gastao 22 millones d euros...Del nido generalizó y el no puede dar lecciones a nadie porque es el primero que mancha la imagen del club con su condena y no hablemos de su pasado oscuro....No a la violentos, pero a todos! no solo unos cuantos..
Bienvenido al foro.
Me parece que conviene bajarla al suelo, compañero. Ya van varios días de bravatas y amenazas y ya vence el plazo que se dio el club para -se supone- tomar una serie de medidas, las cuales, si no aparecen, invitarán a la risa y descojone generalizado.
Otra cosa es el tipo de medidas a tomar. Para ello hay que saber qué se quiere y cómo se desea conseguir.
Sinceramente, me cuesta imaginar que el Sevilla FC desee un gol norte sin colorido. Allí, bajo el cobijo del nombre de Biris se juntan unas 2.000 personas que animan como pocas y que cantan como pocas. No creo que en España exista otro club que tenga el nivel que da el gol norte del Pizjuán. A mí, eso, me enorgullece.
Ocurre que dentro de ese colectivo de miles de personas, "flota" Biris,
¿Qué es Biris? ¿Quiénes lo forman? ¿Quiénes lo dirigen? Realizo la última pregunta porque supongo que nadie pensará que casualmente se cruzan los hilos mentales de una serie de personas y fruto de esos cruces Biris actúa como lo hace.
¿Pero cómo lo hace? Vuelvo a las dos primeras preguntas.
Biris no es una peña al uso, no tiene organización formal ni la tendrá. Duraría un día y su junta directiva sería encarcelada en breve. Por lo tanto, entiendo como algo lógico que carezcan del certificado de asociación registrada, ni locos se les ocurriría, y como tontos no son, pues debemos de remitirnos a lo que se ve.
Lo que se ve no es más que el manido, manidísimo "para hablar de Biris tendríais que saber, pero como no sabéis, mejor que no hableís".
O sea, resulta que como "no sabemos", no podemos hablar ni opinar, sin embargo sí somos influidos directamente por las acciones de quienes nos sugieren callar bajo el argumento de que no sabemos.
Al igual que existen muchísimos sevillistas que durante años y años han pasado por Biris, sí, por Biris, han formado parte de Biris con su presencia en el norte del Pizjuán en los 70, 80, 90 o en lo que va de siglo, existen otros muchos que de una manera u otra se han visto afectados por el comportamiento de ese "algo" llamado Biris hoy en día.
Cuando han existido "carreras" en Nervión, ha tenido que correr mucha gente que tranquilamente paseaba, o que se había acercado al fútbol con sus hijos, o que tiene el abono en la grada alta del gol norte, o en la baja, y no le gusta el humo de las bengalas, o que viaja a Rota y no le gusta encontrarse lo que ocurrió el otro día.
¿Quiénes son estos señores a los que no les agrada que se opine sobre ellos si es algo malo? porque si es algo bueno ya no tienen tantos problemas en ver cómo se comentan esas cosas positivas en los distintos foros y redes sociales como de hecho demuestra fechacientemente que algunos de sus significados miembros se dedican hoy en día a retuitear las loas a Biris que llegan desde muchos puntos.
¿Quiénes son -no en el sentido de la identidad particular de cada uno de ellos- estos que cuando se hablan sobre ellos y les disgusta responden que se habla sin saber y que cuando se habla bien ya no pueden decir que les da igual porque no hay más que darse un paseo por las redes sociales para ver cuán contentos y orgullosos están de cierto apoyo popular y se abrazan a sí mismos encantados de haberse conocido?
Como -reitero- la identidad me da igual, sólo puedo pronunciarme en cuanto que grupo de sevillistas. Unos sevillistas que se han organizado conforme a unas reglas que no comparte el resto de ciudadanos, no digo ya sevillistas, sino de cualquier tipo. Una organización con unos mandos que no sabe cuáles son salvo si formas parte de ella para lo cual no te vale el mero carné de socio y que operan bajo la lógica de los ultras, fundamental, por no decir básicamente, de inspiración italiana.
Algunos han viajado a Italia, incluso con el único objetivo de estudiar cómo funcionan sus colegas italianos. Allí han hecho migas con algunos grupos ultras a cuyos componentes se ha podido ver por Sevilla, han intercambiado visitas y comparten sus cosas, asunto en el que ni entro ni salgo. No recuerdo pero es posible que la relación abarque a grupos de otras nacionalidades como la francesa.
Se mueven por simpatías y antipatías de carácter social y político, se confiesan antifascistas (algo muy bonito y sonoro) y van todos a una. Algo de manual legionario, desde tiempo de los romanos pero no de los de hoy, sino de los de las películas. En España ya lo inventaron esos brillantes antifascistas que eran Millán Astray (el de viva la muerte y muera la inteligencia que le espetó a Miguel de Unamuno en Salamanca, cuna del saber español) y cierto regordete llamado Franco, fundadores de la Legión y de uno de sus gritos y lemas de "al grito de `a mí la Legión´ se acudirá a prestar apoyo con razón o sin ella".
Vamos, que las cosas suelen estar inventadas por más que parezcan a veces originales.
Esas básicas claves de las simpatías y antipatías explica porqué los sevillistas no pueden ir demasiado tranquilos por Gijón, el Calderón o el Bernabéu y sí por Vallecas (que también está en Madrid) cuando hace 25 años no había ningún problema hasta que ellos y sus colegas de signo opuesto comenzaron a exponerlos a su manera.
El de que actúen como una piña, con razón o sin ella, es fruto de una muy trabajada relación de lealtad en la que se comparten cosas entre las que una de ellas es el sentimiento sevillista, que se acomoda en el espacio donde cohabitan otras, fundamentalmente el de adscripción grupal y sus "códigos".
Intentan, con más o menos éxito, que sus aficiones parafutbolísticas no afecten, en primer lugar, a otros sevillistas que no son "ultras" como ellos (será que los demás no somos ultras sevillistas...) y también a aficionados de otros equipos -o incluso "paisanos" que pasan por lugares de batallitas a los que cabría calificar como "civiles" o "normales".
De manera reciente intentan descatalogar una palabra que han empleado mucho acerca de esos otros aficionados y que es la mencionada de "normales", en muchas ocasiones esgrimida por ellos mismos (los autocalificados como ultras en general) para referirse al resto, aunque se han dado cuenta de que eso los situaba automáticamente como "anormales", por lo que dicho vocablo comenzó a formar parte de la historia.
Y que les va la marcha, es algo que hay que dar por descontado. Todos hemos sido jóvenes y muchos han visto recientemente "braveheart", "gladiator", etc y lo viven de una manera digamos especial, por no hablar de otros títulos. Incluso de otras músicas que refuerzan su sentimiento identitario.
Quizás uno de los problemas surge cuando esos planteamientos -que en determinados aspectos chocan con la idea del fútbol que tienen la mayoría de los aficionados o que transgreden la legislación vigente- forman parte de un fuerte lazo de unión entre unas decenas de personas, mientras que centenares de ellas simplemente van en manada adonde les digan.
¿Que la legislación prohíbe las bengalas en los estadios? Eso es una chuminá de la tía Carlota. Los legisladores y quienes les asesoraron no entienden, así que nosotros prendemos y tiramos bengalas y nos pasamos la prohibición por los cojones.
¿Que al Sevilla si no logra identificar o denunciar a los bengaladores sufrirá una multa o el cierre del estadio? Eso no es problema, ya se gastan mucho en gambas y que la gente se dedique a criticar a los comegambas y a los imputados y condenados y no a nosotros (como si una gran parte del resto de sevillistas no hubieran criticado todo eso).
¿Que al resto de aficionados que no han hecho nada eso les supone o perderse el partido de sanción o meterse en carretera con los riestos que conlleva? Da igual son unos comepipas, nosotros protestamos por lo caro de los abonos pero ese día le metemos 20 o 30 € más en gastos de gasofa y privi y pasamos un día de puta madre que para eso nos lo hemos currado de lo lindo.
Como se ve, su argumentario incluye respuestas para todo. Incluso se da el caso que para episodios como el de Rota, se deja claro por parte de uno de los portavoces de los que mandan/organizan que es una vergüenza pegarle a cuatro catetos, que ya puestos, si hay que dar se da, claro está, pero que para lo próxima se pase de temas así porque en el currículum del grupo no puntúa pegar a catetos porque el resto de grupos de ultras se rién de ellos y eso afecta al prestigio del grupo, ganado duramente pegándose con otros ultras.
También, en ocasiones, el argumentario incluye el reproche al resto de aficionados por no agradecerles que nos defiendan, supuestamente, que "si no existiéramos cómo podrían ir los sevillistas a Cadiz o Málaga cuando antes de que estuviéramos ya nos atacaban".
Por supuesto, los argumentos son usados unas veces por unos y en otras ocasiones por el resto, con lo cual no es que todos suscriban fielmente estas respuestas, pero sí que existe un núcleo que está de acuerdo con las suficientes bases programáticas como para que exista esa sintonía. Luego ya se pondrá orden a la sintonía y a la jerarquía como indicó el mencionado portavoz en twuiter de que ya "hablaría" con otro que supuestamente metió la pata con una chavala. A saber la "conversación" del que más de la cuenta alaban como cuerdo y sensato, no solo platon, que en tuiter ha causado furor su preclaridad.
He relatado aspectos puntuales, un dibujo a trazos de una de las partes de la realidad. La otra es bien conocida: apoyo al equipo, tifos, determinados aspectos solidarios.
Parece ser que en el todo están las partes, o se toma el todo, o no se puede optar por una de las partes.
Hablaba al principio de bajarla al suelo, y creo que una de las soluciones pasa por desgajar la parte -una parte- del todo en la medida en que se pueda antes de que sea imposible si no lo es ya. De ser posible, es porque haya un esfuerzo común por reprimir las iras y por darse cuenta de que esto es fútbol. Que a algunos se les vacíe la cabeza de pajaritos y les baje un poco la adrenalina, que esto no es ni puede convertirse en una guerra civil en la que además la ganancia se la llevan pescadores que hoy se alían con unos y mañana con otros a su conveniencia con tal de hacerse notar, de darse un bañito de popularidad e, incluso en algunos casos, de dar por saco al Sevilla FC (ahí si estuvo más fino el preclaro portavoz).
Leo y escucho muchas veces que Biris son como los guardianes del club... al margen de otro millón de aspectos que podrían discutirse al respecto, se me ocurre preguntar ¿pero qué Biris?
Sinceramente, espero y deseo que exista una solución que pase por el que la grada baja del norte del Pizjuán permanezca en su ebullición perpetua, pero que la violencia y la antisocialidad no tengan cabida ahí. Igualmente deseo y espero que ni al presidente ni al consejo se les haya pasado por la cabeza la erradicación del ambiente festivo del norte del Pizjuán.
Y para hablar de problemas de otros, hay otros hilos diferentes, no éste.
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